26/10/2016, 12:17
Al final habían decidido entregar la llave para quedarse con las conciencias tranquilas al acabar la misión y además aclarar las cosas con el dueño de la única casa en la que los habían tratado como Shiona-sama manda. Sin embargo, la molestia incesante de la mujer detective no paraba de asomarse. Estando ella ahí estaba claro que cada paso que dieran seria medido al milimetro para buscar algo por lo que tocarles los cojones.
Pero, como ya sabiamos todos, se habían decidido de forma diplomatica a entregar la llave, así que no quedaba otra opción que ser tan directos y claros como fuera posible. El punto era entregarle la llave al hombre, este no tenía por qué saber que se la había robado su querida amiga del alma. Eso ya lo sabrían los ninjas encargados de resolver el entuerto.
—¿Vamos ya o esperamos?
El conflicto estaba entre querer irse ya, y por lo tanto, entregarle la llave ante Satanas o esperarse a que Satanas se fuese y mantener la llave en su posesión era un riesgo, porque si venia y les decía ¡TENEIS LA LLAVE DE LA VALLA MALDITOS LADRONES! Iba a haber follon, otra vez. Pero ya era demasiado tarde para usar la idea que había planteado Nabi, dejar la llave ahí tirada como si tal cosa, AHORA, era el mayor de los riesgos.
Así que no había otra opcion que actuar. Y ahí iba Kazuma, cuando el peliblanco cogió la llave un escalofrio recorrió la espalda de Nabi. La iba a liar.
Se acercó a recoger su chaqueta y con un más o menos sútil gesto coló la llave en la ventana. Ahora solo quedaba ver si la mujer reaccionaba o no se había enterado, la destreza de Kazuma no estaba mal, sus juegos de manos de timador barato podían dar resultado ante ojos estúpidos. Ahora solo quedaba esperar si había reacción.
—Es mejor dejarla ahí y esperar a que el mismo la encuentre. En realidad, no sé si es la decisión más acertada, pero me haré responsable ante la sensei si es que acaso he obrado mal
Lo que Nabi no tenía seguro era qué clase de pajaros tenía en la cabeza, cambiando de opinión así de golpe porque sí. Porque al fin y al cabo, igual que ha dejado la llave podría haberse acercado a darsela a su dueño.
A esas alturas poco importaba si estaban de acuerdo o no, Kazuma hacía lo que le apetecía y les pedía su opinion después, no antes de hacerlo. De eso trataba lo del equipo, ¿no? Esperó a ver si Juro o la mujer tenían algo que decir, sino daría media vuelta preparado para irse de allí.
Pero, como ya sabiamos todos, se habían decidido de forma diplomatica a entregar la llave, así que no quedaba otra opción que ser tan directos y claros como fuera posible. El punto era entregarle la llave al hombre, este no tenía por qué saber que se la había robado su querida amiga del alma. Eso ya lo sabrían los ninjas encargados de resolver el entuerto.
—¿Vamos ya o esperamos?
El conflicto estaba entre querer irse ya, y por lo tanto, entregarle la llave ante Satanas o esperarse a que Satanas se fuese y mantener la llave en su posesión era un riesgo, porque si venia y les decía ¡TENEIS LA LLAVE DE LA VALLA MALDITOS LADRONES! Iba a haber follon, otra vez. Pero ya era demasiado tarde para usar la idea que había planteado Nabi, dejar la llave ahí tirada como si tal cosa, AHORA, era el mayor de los riesgos.
Así que no había otra opcion que actuar. Y ahí iba Kazuma, cuando el peliblanco cogió la llave un escalofrio recorrió la espalda de Nabi. La iba a liar.
Se acercó a recoger su chaqueta y con un más o menos sútil gesto coló la llave en la ventana. Ahora solo quedaba ver si la mujer reaccionaba o no se había enterado, la destreza de Kazuma no estaba mal, sus juegos de manos de timador barato podían dar resultado ante ojos estúpidos. Ahora solo quedaba esperar si había reacción.
—Es mejor dejarla ahí y esperar a que el mismo la encuentre. En realidad, no sé si es la decisión más acertada, pero me haré responsable ante la sensei si es que acaso he obrado mal
Lo que Nabi no tenía seguro era qué clase de pajaros tenía en la cabeza, cambiando de opinión así de golpe porque sí. Porque al fin y al cabo, igual que ha dejado la llave podría haberse acercado a darsela a su dueño.
A esas alturas poco importaba si estaban de acuerdo o no, Kazuma hacía lo que le apetecía y les pedía su opinion después, no antes de hacerlo. De eso trataba lo del equipo, ¿no? Esperó a ver si Juro o la mujer tenían algo que decir, sino daría media vuelta preparado para irse de allí.
—Nabi—