27/02/2017, 15:52
No, no. Si yo no voy a buscarlos para facilitarle el asunto aquí al matasanos. Yo voy para asegurarme que no vuelve a pasar que os "envereneis" por su culpa.
Las palabras del rubio no hacían más que añadir, poco a poco, más tensión al ya de por sí tenso encuentro que se estaba dando lugar en el Valle del Fin, pues, quizás sin querer, o quizás queriendo, no paraba de faltar, aunque fuera levemente a aquel shinobi de Ame que se habían encontrado casualmente.
Pues así sea, yo no tengo problema en ayudarte a echar un vistazo a ver si encontramos otro sapo de esos para que te lo puedas llevar, ¿qué opináis vosotros?
Respondió de nuevo Nabi ante las palabras de Riko, aunque no le terminaba de convencer que fuera a hacer lo que Eri gustase, al fin y al cabo, cada uno tenía que tener su propia opinión, pero bueno, todo fuera por tratar de evitar mayores roces con un ninja extranjero, a fin de cuentas, no dejarían en buen lugar a su aldea si por lo que fuera aquel encuentro acabase mal.
Nabi-san, no pasa nada, mantendremos una distancia prudente. Está bien Manase-san, ¡te ayudaremos a buscarlo! ¿Tienes alguna pista de dónde suelen vivir, o qué les gusta? Para ir cogiendo ideas de dónde buscar...
Como cabía esperar de la chica, se ofreció a ayudar también, después de haber sido tratada por Mogura, no podía rechazar ayudar, aunque fuera un poco, al joven.
— Pues enton...
Les estoy agradecido por ofrecerse a ayudarme. He tomado una decisión después de escuchar los comentarios del os presentes, seguiré la búsqueda por mi propia cuenta y en solitario. Su compañero, con sus pésimos modales y sus ya expresadas intensiones no representa otra cosa que un riesgo a esta empresa. No deseo tentar más a la suerte y arriesgarme a perder otro sapo por su culpa.
El joven de Ame, súbitamente cambió de opinión, de la noche a la mañana, había pasado de querer su ayuda a, cuando ya estaba todo aclarado, rechazarla, no sin falta de motivos, pero, a fin de cuentas, ya estaba todo hablado y aclarado que los tres jóvenes ayudaría, aunque alguno no fuera a poner todo su empeño.
— Como gustes, Manase-san. — Comenzó el peliblanco, adoptando los modales que el de la lluvia había mostrado en todo momento. — Si crees que es lo más conveniente para tu búsqueda, de acuerdo... Y siento los modales de mi compañero. — Terminó, disculpándose en nombre de Nabi, aún a sabiendas que a éste no le gustaría nada que hubiera hecho esto.
Las palabras del rubio no hacían más que añadir, poco a poco, más tensión al ya de por sí tenso encuentro que se estaba dando lugar en el Valle del Fin, pues, quizás sin querer, o quizás queriendo, no paraba de faltar, aunque fuera levemente a aquel shinobi de Ame que se habían encontrado casualmente.
Pues así sea, yo no tengo problema en ayudarte a echar un vistazo a ver si encontramos otro sapo de esos para que te lo puedas llevar, ¿qué opináis vosotros?
Respondió de nuevo Nabi ante las palabras de Riko, aunque no le terminaba de convencer que fuera a hacer lo que Eri gustase, al fin y al cabo, cada uno tenía que tener su propia opinión, pero bueno, todo fuera por tratar de evitar mayores roces con un ninja extranjero, a fin de cuentas, no dejarían en buen lugar a su aldea si por lo que fuera aquel encuentro acabase mal.
Nabi-san, no pasa nada, mantendremos una distancia prudente. Está bien Manase-san, ¡te ayudaremos a buscarlo! ¿Tienes alguna pista de dónde suelen vivir, o qué les gusta? Para ir cogiendo ideas de dónde buscar...
Como cabía esperar de la chica, se ofreció a ayudar también, después de haber sido tratada por Mogura, no podía rechazar ayudar, aunque fuera un poco, al joven.
— Pues enton...
Les estoy agradecido por ofrecerse a ayudarme. He tomado una decisión después de escuchar los comentarios del os presentes, seguiré la búsqueda por mi propia cuenta y en solitario. Su compañero, con sus pésimos modales y sus ya expresadas intensiones no representa otra cosa que un riesgo a esta empresa. No deseo tentar más a la suerte y arriesgarme a perder otro sapo por su culpa.
El joven de Ame, súbitamente cambió de opinión, de la noche a la mañana, había pasado de querer su ayuda a, cuando ya estaba todo aclarado, rechazarla, no sin falta de motivos, pero, a fin de cuentas, ya estaba todo hablado y aclarado que los tres jóvenes ayudaría, aunque alguno no fuera a poner todo su empeño.
— Como gustes, Manase-san. — Comenzó el peliblanco, adoptando los modales que el de la lluvia había mostrado en todo momento. — Si crees que es lo más conveniente para tu búsqueda, de acuerdo... Y siento los modales de mi compañero. — Terminó, disculpándose en nombre de Nabi, aún a sabiendas que a éste no le gustaría nada que hubiera hecho esto.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»