(D) Un trabajillo de granja

[Riko]

Riko terminó de leer el pergamino que aquel misterioso hombre les había otorgado, decidido a cumplir con el objetivo asignado y con más prisas que otra cosa, quizás los nervios le estuvieran pasando una mala jugada, pero quería hacer aquella misión, y quería hacerla bien. Su mente solo pensaba en esto, y estaba tan atontado que apenas se dio cuenta de que el rubio había acercado su mano hacia él, dándole un pequeño empujón en el moflete con el dedo índice.

— Joder Nabi, ¡qué susto! Parece como si llevara meses así parado, gracias por despertarme. — Y acompañó esta frase de una sonora carcajada.

Mientras tanto, Eri parecía que iba a ser la más seria de los tres.

— Si, claro, pero... ¿Quién será el jefe de la misión? alguno de los tres tiene que llevar las riendas, ¡o si no todos haremos lo que nos de la gana!

Era lógico, tenía que haber un líder de equipo, sólo tenían que decidir quien de los tres iba a ser. Al peliblanco no le importaba ese detalle, confiaba en que cualquiera podría hacerlo, así que esperaría a que hablara otro primero.

— Es obvio que el único que puede guiarnos en esta azarosa aventura del destino, es el gran Nabi, hijo del Shinobi de Acero, heredero de las Cuatro Naciones y encargado de la limpieza los viernes.

Riko clavo sus ojos violáceos en el rubio, con una sonrisa enorme en el rostro, aquel shinobi no solía decir cosas con sentido, pero, al menos, te lo pasabas bien con él.

— Por mi... no hay problema, que sea Nabi el jefe de la misión, ¿tú que opinas, Eri?