6/03/2017, 18:32
(Última modificación: 6/03/2017, 18:32 por Inuzuka Nabi.)
No, no me había presentado. Podría lucirme y decir que era información innecesaria para la correcta finalización de la tarea que nos habían encomendado, lo cual era cierto, y que de todas formas era un señor mayor que no se acordaría al día siguiente. Pero la realidad es que se me había olvidado.
— Yo soy Noka, y soy muy malo con los nombres, así que os llamaré... Pelorraro, Sinnombre y Flojucho. Venga, vamos, no hay tiempo que perder.
El anciano estaba varias veces más lucido de lo que yo hubiera esperado viendo los años que acarreaba a las espaldas y en la vista, porque con esas gafas más gruesas que la funda de mi Kodachi tenía que estar muy pero que muy ciego. Empezó a andar sin perder el tiempo hasta que llegamos a un trozo de campo que estaba vallado. Solo había campo y un perro ahí tirado.
Lo de los nombres había sido algo descortés, pensé yo que no me había presentado, aunque por su edad, seguramente lo dijera para evitar confundirse y pronunciarlos mal. Que considerado por su parte, estaba claro que no albergaba maldad alguna en su longevo cuerpo de Uzunés.
— Bien muchachos, pues esto es lo que tenéis que hacer: tengo que arreglar el lugar en el que dejo las ovejas cuando hace frío, así que tengo que traerlas hasta aquí, y mi querido perro pastor, Laiko, se hizo daño en la pata hace unos días, y no puede hacer su trabajo, así que... eso tenéis que hacer, traerlas hasta aquí, ¿de acuerdo?
— ¿Está seguro de que no quiere que le ayudemos a arreglar el lugar, señor Noka? Siendo tres, uno podría ayudarle a usted mientras los otros dos traen las ovejas.
Me salió de lo más hondo de mi corazón, un hombre que ha dedicado su vida a dar alimento a las buenas gentes de Uzushiogakure no debía sacrificarse tanto a esas alturas de su vida, si podía protegerlo del cansancio y los riesgos, lo haría sin dudar.
— Yo soy Noka, y soy muy malo con los nombres, así que os llamaré... Pelorraro, Sinnombre y Flojucho. Venga, vamos, no hay tiempo que perder.
El anciano estaba varias veces más lucido de lo que yo hubiera esperado viendo los años que acarreaba a las espaldas y en la vista, porque con esas gafas más gruesas que la funda de mi Kodachi tenía que estar muy pero que muy ciego. Empezó a andar sin perder el tiempo hasta que llegamos a un trozo de campo que estaba vallado. Solo había campo y un perro ahí tirado.
Lo de los nombres había sido algo descortés, pensé yo que no me había presentado, aunque por su edad, seguramente lo dijera para evitar confundirse y pronunciarlos mal. Que considerado por su parte, estaba claro que no albergaba maldad alguna en su longevo cuerpo de Uzunés.
— Bien muchachos, pues esto es lo que tenéis que hacer: tengo que arreglar el lugar en el que dejo las ovejas cuando hace frío, así que tengo que traerlas hasta aquí, y mi querido perro pastor, Laiko, se hizo daño en la pata hace unos días, y no puede hacer su trabajo, así que... eso tenéis que hacer, traerlas hasta aquí, ¿de acuerdo?
— ¿Está seguro de que no quiere que le ayudemos a arreglar el lugar, señor Noka? Siendo tres, uno podría ayudarle a usted mientras los otros dos traen las ovejas.
Me salió de lo más hondo de mi corazón, un hombre que ha dedicado su vida a dar alimento a las buenas gentes de Uzushiogakure no debía sacrificarse tanto a esas alturas de su vida, si podía protegerlo del cansancio y los riesgos, lo haría sin dudar.
—Nabi—
![[Imagen: 23uv4XH.gif]](https://i.imgur.com/23uv4XH.gif)