10/03/2017, 16:57
Los tres jóvenes siguieron al señor Noka hasta el lugar en el que éste tenía encerradas a sus ovejas, a su gran número de ovejas. Cuando el anciano abrió los portones que daban paso al inmenso edificio, el asombro provocado al enterarse del número de animales con el que tendrían que tratar aumentó al verlas, al menos, en el caso de Riko.
— La madre que me... — El peliblanco miraba a su alrededor, rodeado por los animales.
En cuanto el pequeño grupo de genin entraron al edificio, Nabi fue el que tomó las riendas, hablando en nombre del resto.
— Antes de empezar a movilizar el ejercito ovino, ¿qué está roto del edificio?
El anciano señor Noka clavó su mirada una vez más en el rubio.
— Necesito que me ayudéis a limpiar el edificio una vez esté vacío, lo que implica limpiar paredes y tejado, los arreglos manuales ya tengo contratados a unos carpinteros para que me ayuden cuando esté todo limpio, no os preocupéis, muchachos.
— Y otra cosa, ¿tiene algún consejo para nosotros? Como supondrá no hemos llegado a tratar mucho con ganado.
Esa era la pregunta clave, ninguno de los tres tenía idea alguna sobre como dirigir a una oveja, y mucho menos a un rebaño de tal dimensión.
— Vaya... ¡Pensé que no me lo ibais a preguntar! — Rió el anciano. — Bien, tomar estos palos. — Dijo, andando hacia un lado y agarrando tres varas de un tamaño considerable, prácticamente de la estatura del rubio. — A ver, para que los animales vayan hacia un lado, lo que tenéis que hacer es colocaros en el lado contrario, haciendo ruido, si veis que alguna de las ovejas se separa del grupo, golpeando el suelo con estas varas la asustaréis, haciendo que busque de nuevo al grupo, pero tener cuidado de no estar mucho tiempo en el mismo lado, o empezaréis a andar en círculos. — Explicó el anciano.
— La madre que me... — El peliblanco miraba a su alrededor, rodeado por los animales.
En cuanto el pequeño grupo de genin entraron al edificio, Nabi fue el que tomó las riendas, hablando en nombre del resto.
— Antes de empezar a movilizar el ejercito ovino, ¿qué está roto del edificio?
El anciano señor Noka clavó su mirada una vez más en el rubio.
— Necesito que me ayudéis a limpiar el edificio una vez esté vacío, lo que implica limpiar paredes y tejado, los arreglos manuales ya tengo contratados a unos carpinteros para que me ayuden cuando esté todo limpio, no os preocupéis, muchachos.
— Y otra cosa, ¿tiene algún consejo para nosotros? Como supondrá no hemos llegado a tratar mucho con ganado.
Esa era la pregunta clave, ninguno de los tres tenía idea alguna sobre como dirigir a una oveja, y mucho menos a un rebaño de tal dimensión.
— Vaya... ¡Pensé que no me lo ibais a preguntar! — Rió el anciano. — Bien, tomar estos palos. — Dijo, andando hacia un lado y agarrando tres varas de un tamaño considerable, prácticamente de la estatura del rubio. — A ver, para que los animales vayan hacia un lado, lo que tenéis que hacer es colocaros en el lado contrario, haciendo ruido, si veis que alguna de las ovejas se separa del grupo, golpeando el suelo con estas varas la asustaréis, haciendo que busque de nuevo al grupo, pero tener cuidado de no estar mucho tiempo en el mismo lado, o empezaréis a andar en círculos. — Explicó el anciano.
![[Imagen: tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif]](https://78.media.tumblr.com/ef716a7a224d02d15153150120153d79/tumblr_n4fzpkaZST1rmi71zo1_500.gif)
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