2/04/2017, 23:02
Luego de la pobre demostración de autocontrol que había atestiguado en la puerta, A Kōtetsu no le costó mucho el darle crédito a los temores de Akame. Si de verdad aquella chica era la querida de Haskoz, a aquel no le produciría ningún tipo de gracia el saber que alguien, que parecía ser su enemigo, estuviese al pendiente de ella de una forma tan poco usual y mal interpretable.
—Entiendo, es necesario evitar que nuestro compañero vea esto.
Mientras el pelinegro se dirigía hacia la entrada, el de piel morena acomodo de la mejor manera posible aquella especie de mural. Eran demasiadas fotos como para quitarlas todas, por lo que se limito a cubrirlo con la cortina que tenía como función mantenerlo oculto. Con un poco de suerte, su compañero de misión no repararía en aquellas inocentes cortinas y en lo terrible de lo que yacía tras de ellas.
"Pero puede que una o dos nos sirvan como evidencia cuando reportemos este suceso." penso mientras que, en secreto, tomaba las dos fotos que estaban en mejores condiciones y que parecian ser la mas valiosas.
—El lugar está limpio —respondió mientras se ponía detras de Akame, bloqueando junto a este el pasillo—. De hecho, esta demasiado limpio y ordenado. Pareciera que esto fue planeado con bastante conciencia.
De pronto al de ojos melíferos le sobrevino un poderoso ataque de pánico, que al parecer estaba acompañado por una macabra revelación. Agarro a su lejano pariente por el cuello de la camisa y comenzó a zarandearlo como si quisiese despertarlo de una pesadilla.
—Espera, Haskoz-san, no entiendo lo que estás diciendo —exclamo mientras trataba de sujetar al pelinegro antes de que le hiciese daño tanto movimiento—. ¿Qué tiene que ver esa persona que nombras con todo esto?
—Entiendo, es necesario evitar que nuestro compañero vea esto.
Mientras el pelinegro se dirigía hacia la entrada, el de piel morena acomodo de la mejor manera posible aquella especie de mural. Eran demasiadas fotos como para quitarlas todas, por lo que se limito a cubrirlo con la cortina que tenía como función mantenerlo oculto. Con un poco de suerte, su compañero de misión no repararía en aquellas inocentes cortinas y en lo terrible de lo que yacía tras de ellas.
"Pero puede que una o dos nos sirvan como evidencia cuando reportemos este suceso." penso mientras que, en secreto, tomaba las dos fotos que estaban en mejores condiciones y que parecian ser la mas valiosas.
—El lugar está limpio —respondió mientras se ponía detras de Akame, bloqueando junto a este el pasillo—. De hecho, esta demasiado limpio y ordenado. Pareciera que esto fue planeado con bastante conciencia.
De pronto al de ojos melíferos le sobrevino un poderoso ataque de pánico, que al parecer estaba acompañado por una macabra revelación. Agarro a su lejano pariente por el cuello de la camisa y comenzó a zarandearlo como si quisiese despertarlo de una pesadilla.
—Espera, Haskoz-san, no entiendo lo que estás diciendo —exclamo mientras trataba de sujetar al pelinegro antes de que le hiciese daño tanto movimiento—. ¿Qué tiene que ver esa persona que nombras con todo esto?