12/04/2017, 19:24
Creyendo en la prontitud de cumplimiento de la promesa de Haskoz, Kōtetsu le siguió atreves de las calles de Uzushio. Mientras andaban, le aclaro el papel que representaba cada uno en aquel embrollo que amenazaba con truncar la misión. En pocas palabras, se trataba únicamente de una especie de triangulo amoroso de aquellos que tan comunes son en la flor de la juventud.
“No me gustaría caer en el papel de aquel que se queja y critica, pero me causa verdadero malestar el que algo tan infantil perjudique algo tan serio como nuestra empresa.”
Claro, después de todo el era el chico nuevo; un muchacho de campo que poco o nada sabía sobre cómo funcionaban las cosas en aquella aldea. Además de que, dada la situación, se sentía como el que menos rango y derecho a criticar tenia, pues aquello chicos se habían ganado cierto grado de prestigio al haberse graduado de la academia, y para él aquello debía tenerse muy en cuenta…, a pesar de la situación.
“Esto se parece más a la casa en donde me hospedo.” Pensó el Hakagurē en cuanto llegaron a una de las zonas más ricas de la aldea.
De pronto se hizo consciente del lugar en el cual vivía su compañero peliblanco, y lo comparo con el lugar donde se suponía que vivía su querida. En aquel momento no pudo evitar hacer una pregunta que le parecía tan necesaria como incomoda.
—Haskoz-kun… ¿Estás seguro de que esa chica, Noemi, es tu novia? Es que la diferencia que parece haber en su nivel social es penosamente evidente.
“No me gustaría caer en el papel de aquel que se queja y critica, pero me causa verdadero malestar el que algo tan infantil perjudique algo tan serio como nuestra empresa.”
Claro, después de todo el era el chico nuevo; un muchacho de campo que poco o nada sabía sobre cómo funcionaban las cosas en aquella aldea. Además de que, dada la situación, se sentía como el que menos rango y derecho a criticar tenia, pues aquello chicos se habían ganado cierto grado de prestigio al haberse graduado de la academia, y para él aquello debía tenerse muy en cuenta…, a pesar de la situación.
“Esto se parece más a la casa en donde me hospedo.” Pensó el Hakagurē en cuanto llegaron a una de las zonas más ricas de la aldea.
De pronto se hizo consciente del lugar en el cual vivía su compañero peliblanco, y lo comparo con el lugar donde se suponía que vivía su querida. En aquel momento no pudo evitar hacer una pregunta que le parecía tan necesaria como incomoda.
—Haskoz-kun… ¿Estás seguro de que esa chica, Noemi, es tu novia? Es que la diferencia que parece haber en su nivel social es penosamente evidente.