3/05/2017, 06:10
—Así que este el rufián, origen de nuestra desgracia —mascullo el Hakagurē en cuanto vio al pelirrojo—. Esperaba a alguien con aspecto más intimidante y que nos ofreciera un poco mas de resistencia.
Si, la figura de aquel muchachito aporreado resultaba lamentable. Y se encontraba bastante lejos del arquetipo de villano poderoso que interfiere con la misión de los héroes. Bueno, era su culpa por esperar que las cosas se tornaran iguales a cómo eran en los cuentos románticos.
—Buen trabajo, Akame-san —le elogio, sorprendió por su habilidad para la búsqueda y captura.
El joven de ojos grises vio, intrigado, el curioso proceder de Haskoz. En un principio le pareció un poco cruel, engañarle y colmarle con sarcasmo de aquella manera. Pero luego recapacito, recordando el buen susto que les había hecho pasar, y decidió que aquello era tanto justo como correcto… Ademas de que ahora también le resultaba gracioso.
—Siente afortunado, Chokichi-san —Se agacho junto al muchacho y con ojos duros y serenos le hablo—, si hubiese sido yo, te hubiera cortado una mano… O puede que ambas, para que aprendieses a no pecar de estupidez.
»Aunque creo que tienes talento con ese odioso aparato de imágenes. Deberías tener cuidado de perder las manos o de causarme problemas…, que vienen a ser la misma cosa.
El joven acelero el paso para alcanzar a sus compañeros Uchihas. Ahora que habían recuperado las invitaciones, solo quedaba el repartirlas, lo cual era su misión original.
—¿Y si nos dividimos? —propuso, un tanto inseguro sobre si era una buena idea—. Digo, si solo hay que dejarlas en los buzones y tachar el nombre, terminaríamos bastante rápido.
Si, la figura de aquel muchachito aporreado resultaba lamentable. Y se encontraba bastante lejos del arquetipo de villano poderoso que interfiere con la misión de los héroes. Bueno, era su culpa por esperar que las cosas se tornaran iguales a cómo eran en los cuentos románticos.
—Buen trabajo, Akame-san —le elogio, sorprendió por su habilidad para la búsqueda y captura.
El joven de ojos grises vio, intrigado, el curioso proceder de Haskoz. En un principio le pareció un poco cruel, engañarle y colmarle con sarcasmo de aquella manera. Pero luego recapacito, recordando el buen susto que les había hecho pasar, y decidió que aquello era tanto justo como correcto… Ademas de que ahora también le resultaba gracioso.
—Siente afortunado, Chokichi-san —Se agacho junto al muchacho y con ojos duros y serenos le hablo—, si hubiese sido yo, te hubiera cortado una mano… O puede que ambas, para que aprendieses a no pecar de estupidez.
»Aunque creo que tienes talento con ese odioso aparato de imágenes. Deberías tener cuidado de perder las manos o de causarme problemas…, que vienen a ser la misma cosa.
El joven acelero el paso para alcanzar a sus compañeros Uchihas. Ahora que habían recuperado las invitaciones, solo quedaba el repartirlas, lo cual era su misión original.
—¿Y si nos dividimos? —propuso, un tanto inseguro sobre si era una buena idea—. Digo, si solo hay que dejarlas en los buzones y tachar el nombre, terminaríamos bastante rápido.