7/05/2017, 18:39
Akame no pudo evitar soltar una carcajada amarga ante las palabras de su compañero Uchiha. Sí, a él tampoco le había parecido una misión ninja —más bien una tarea digna de algún chico de los recados—. Y, para más honores, la recompensa era realmente paupérrima; ahora, sin el paraguas de la Academia para sostener sus gastos, los muchachos tendrían que hacer muchas, realmente muchas misiones para poder llegar a fin de mes con algo de metálico en el bolsillo.
Sin embargo, Kotetsu parecía tener otra perspectiva. La misión había sido educativa, desde luego; investigación, rastreo, búsqueda y captura. Si lo miraba así, casi parecía un cometido digno de ninjas. Pero... «¿A quién queremos engañar? El trabajo era hacer de repartidores...».
Sea como fuere, Akame ya había tenido suficiente. El Sol casi se ocultaba por completo tras el horizonte, delimitado por una línea de casitas blancas y rojas junto al mar.
—Haskoz-kun, Kotetsu-kun, creo que ya he tenido suficiente por hoy —anunció, poniéndose en pie mientras estiraba los músculos de la espalda y los brazos—. Si os parece bien, iré a llevar el reporte de misión a Uzukage-sama.
Puesto que él era el que tenía el pergamino de la misión, le pareció oportuno ser el que lo entregase al terminar. Además, para qué engañarnos, quería ser el primero en dar el exitoso informe. De modo que, ni corto ni perezoso, se despidió de sus compañeros con una leve inclinación de cabeza y echó a andar cruzando el puente, hacia el Edificio del Uzukage...
Sin embargo, Kotetsu parecía tener otra perspectiva. La misión había sido educativa, desde luego; investigación, rastreo, búsqueda y captura. Si lo miraba así, casi parecía un cometido digno de ninjas. Pero... «¿A quién queremos engañar? El trabajo era hacer de repartidores...».
Sea como fuere, Akame ya había tenido suficiente. El Sol casi se ocultaba por completo tras el horizonte, delimitado por una línea de casitas blancas y rojas junto al mar.
—Haskoz-kun, Kotetsu-kun, creo que ya he tenido suficiente por hoy —anunció, poniéndose en pie mientras estiraba los músculos de la espalda y los brazos—. Si os parece bien, iré a llevar el reporte de misión a Uzukage-sama.
Puesto que él era el que tenía el pergamino de la misión, le pareció oportuno ser el que lo entregase al terminar. Además, para qué engañarnos, quería ser el primero en dar el exitoso informe. De modo que, ni corto ni perezoso, se despidió de sus compañeros con una leve inclinación de cabeza y echó a andar cruzando el puente, hacia el Edificio del Uzukage...