10/05/2017, 20:48
La joven ocultó por un instante su rostro, parecía que sus palabras no habían hecho a Daruu cambiar ni un poco de opinión, pero al menos no había vuelto a salir corriendo. Eso podía llamarse logro, o algo así. Aunque seguramente por ella no fuese, claro, sería porque le dolía un pie, o los dos, o todo el cuerpo.
Sin embargo, Akame aprovechó a lanzarle el pergamino que Shiona en persona había pedido que le entregaran. La suerte parecía brillar de su lado pues, aunque lloviese a mares y el cielo estuviese oscuro y nublado, parecía brillar algo más allá de todo aquello.
Algo llamado esperanza.
Cuando Daruu hubiese desplegado el pergamino, Eri solo podría mirarle sin mover un solo músculo de su cuerpo, esperando por una reacción, la que fuese; del amenio que se encontraba a escasos metros de su posición. Y el contenido del pergamino solo lo vería él, pues ni la de cabellos morados ni el Uchiha habían visto su contenido.
A Amedama Daruu, shinobi de Amegakure no Sato,
Desde lo más profundo de nuestros corazones, rogamos su perdón por haber sido atacado de la manera más injusta que se nos puede pasar por nuestras mentes; un shinobi y compañero de profesión que levanta su arma contra otro camarada no puede ser llamado así, y por eso nos hemos encargado personalmente de que aquel que lanzó la orden lo lamente, al igual que nosotros, pues no debió suceder nunca.
Por ello esperamos de verdad aceptes nuestras disculpas, tanto de nuestros más jóvenes genin como de toda Uzushiogakure no Sato por lo ocurrido, toda nuestra gente debe respetar a aquellas personas que solo velan por el bienestar del mundo, y esta vez hemos faltado nuestra palabra.
Mis más sinceras disculpas,
Uzumaki Shiona, Sandaime Uzukage.
Sin embargo, Akame aprovechó a lanzarle el pergamino que Shiona en persona había pedido que le entregaran. La suerte parecía brillar de su lado pues, aunque lloviese a mares y el cielo estuviese oscuro y nublado, parecía brillar algo más allá de todo aquello.
Algo llamado esperanza.
Cuando Daruu hubiese desplegado el pergamino, Eri solo podría mirarle sin mover un solo músculo de su cuerpo, esperando por una reacción, la que fuese; del amenio que se encontraba a escasos metros de su posición. Y el contenido del pergamino solo lo vería él, pues ni la de cabellos morados ni el Uchiha habían visto su contenido.
A Amedama Daruu, shinobi de Amegakure no Sato,
Desde lo más profundo de nuestros corazones, rogamos su perdón por haber sido atacado de la manera más injusta que se nos puede pasar por nuestras mentes; un shinobi y compañero de profesión que levanta su arma contra otro camarada no puede ser llamado así, y por eso nos hemos encargado personalmente de que aquel que lanzó la orden lo lamente, al igual que nosotros, pues no debió suceder nunca.
Por ello esperamos de verdad aceptes nuestras disculpas, tanto de nuestros más jóvenes genin como de toda Uzushiogakure no Sato por lo ocurrido, toda nuestra gente debe respetar a aquellas personas que solo velan por el bienestar del mundo, y esta vez hemos faltado nuestra palabra.
Mis más sinceras disculpas,
Uzumaki Shiona, Sandaime Uzukage.