27/06/2015, 20:02
—Seguro que no dices lo mismo cuando te cruces con una atractiva sirenita
Trate de bromear cuando Daruu comento que no quería tener nada que ver con las cosas que salían del mar. Aunque técnicamente el pescado de Amegakure era del lago, y no de ningún mar, lo que me dejó pensativo por un breve instante. También odiaría a los piratas? en los cómics eran muy molones pero siempre estaban por el mar. O tal vez se refería a cosas que salieran del mar literalmente, pero entonces lo del pescado del lago no tendría sentido alguno.
En fin, olvidando el tema de los peces, que parecía dibujar un poema de horror en el rostro del rubio, le pedí que me ayudara con mi entrenamiento golpeándome con todas sus fuerzas, básicamente por que creía que, situándome en una situación de extremo peligro, seria capaz de realizar bien aquella técnica que mama intentaba inculcarme desde hacia mucho tiempo.
—Mira, estoy intentando entrenar una técnica que me enseño mama, pero no me sale bien, y necesito que me pegues con todas tus fuerzas y con ganas de dejarme la cara nueva
Seria, cuanto menos, mucho menos doloroso que las amenazas de mi padre de usar su hacha para que entrenáramos. Básicamente por que como no funcionara me partiría, literalmente, por la mitad. Los puñetazos, al menos, solo dejarían un par de moretones que sanarían, tal vez, en un par o dos de días. Eso claro, si no lograba conseguirlo de aquella forma, y si lograba que Daruu quisiera pegarme.
Trate de bromear cuando Daruu comento que no quería tener nada que ver con las cosas que salían del mar. Aunque técnicamente el pescado de Amegakure era del lago, y no de ningún mar, lo que me dejó pensativo por un breve instante. También odiaría a los piratas? en los cómics eran muy molones pero siempre estaban por el mar. O tal vez se refería a cosas que salieran del mar literalmente, pero entonces lo del pescado del lago no tendría sentido alguno.
En fin, olvidando el tema de los peces, que parecía dibujar un poema de horror en el rostro del rubio, le pedí que me ayudara con mi entrenamiento golpeándome con todas sus fuerzas, básicamente por que creía que, situándome en una situación de extremo peligro, seria capaz de realizar bien aquella técnica que mama intentaba inculcarme desde hacia mucho tiempo.
—Mira, estoy intentando entrenar una técnica que me enseño mama, pero no me sale bien, y necesito que me pegues con todas tus fuerzas y con ganas de dejarme la cara nueva
Seria, cuanto menos, mucho menos doloroso que las amenazas de mi padre de usar su hacha para que entrenáramos. Básicamente por que como no funcionara me partiría, literalmente, por la mitad. Los puñetazos, al menos, solo dejarían un par de moretones que sanarían, tal vez, en un par o dos de días. Eso claro, si no lograba conseguirlo de aquella forma, y si lograba que Daruu quisiera pegarme.
