25/06/2017, 17:33
Ante los ojos de toda esa absorta muchedumbre, la chica comenzaba a respirar de nuevo, como si no hubiese estado muerta en ningún momento. El médico, negándose por completo a mascar la realidad, tomó de nuevo el pulso a la chica y ésto le sobrecogió por completo. Del mismo miedo, saltó hacia detrás, y comenzó a gritar encorelizado que había sido un embuste, que todo había sido una ilusión o alguna de esas artimañas shinobis. El gentío cada vez se hallaba mas y mas perdido, ¿qué pensar sobre lo sucedido?
Fue entonces que la chica tomó una honda bocanada de aire, y abrió los ojos. En un acto reflejo, se reincorporó —a medias— mientras que se llevaba la mano al torso.
—¿¡JODER!?
El Uchiha, que mantenía su mirada carmesí sobre la chica, podría ver como una extraña influencia de chakra afectaba a la zona de la herida, circulando desde su pierna hasta ésta. Pero, evidentemente no se trataba de un simple henge. La sangre que había bajo ella, así como en sus ropas, era real e irrefutable. No había nada de ilusión en ello, había recibido esa herida mortal, y ahora se había recuperado.
Buscó con la vista al culpable, a quien le había roto el corazón, irónicamente. Pero no, no estaba allí...
—Y no, no era ninguna ilusión... —se quejó mientras observaba el rastro de la herida, la cual continuaba regenerándose. —No puedo morir. Soy inmortal.
Con una sonrisa algo tétrica entre labios, la chica no tuvo pudor alguno en escupirlo. Ése era su gran objetivo para con el torneo, dar a conocer al mundo que ella no podía morir. Llegaría a lo mas alto, y con la miel en los labios se jactaría de su condena... o don.
Para cuando quiso dar cuenta, reconoció entre tanto extraño un rostro que le sonaba bastante. Aquél chico con el que compartió mesa en la actuación de Rokuro Hei, o como se llamase ese maestro del Shamisen. Alzó una ceja, y no pudo evitar la pregunta.
—¿Datsue?
Fue entonces que la chica tomó una honda bocanada de aire, y abrió los ojos. En un acto reflejo, se reincorporó —a medias— mientras que se llevaba la mano al torso.
—¿¡JODER!?
El Uchiha, que mantenía su mirada carmesí sobre la chica, podría ver como una extraña influencia de chakra afectaba a la zona de la herida, circulando desde su pierna hasta ésta. Pero, evidentemente no se trataba de un simple henge. La sangre que había bajo ella, así como en sus ropas, era real e irrefutable. No había nada de ilusión en ello, había recibido esa herida mortal, y ahora se había recuperado.
Buscó con la vista al culpable, a quien le había roto el corazón, irónicamente. Pero no, no estaba allí...
—Y no, no era ninguna ilusión... —se quejó mientras observaba el rastro de la herida, la cual continuaba regenerándose. —No puedo morir. Soy inmortal.
Con una sonrisa algo tétrica entre labios, la chica no tuvo pudor alguno en escupirlo. Ése era su gran objetivo para con el torneo, dar a conocer al mundo que ella no podía morir. Llegaría a lo mas alto, y con la miel en los labios se jactaría de su condena... o don.
Para cuando quiso dar cuenta, reconoció entre tanto extraño un rostro que le sonaba bastante. Aquél chico con el que compartió mesa en la actuación de Rokuro Hei, o como se llamase ese maestro del Shamisen. Alzó una ceja, y no pudo evitar la pregunta.
—¿Datsue?
![[Imagen: 2UsPzKd.gif]](http://i.imgur.com/2UsPzKd.gif)