28/07/2017, 16:57
Sin embargo, ninguno de los dos le habló acerca de su especialidad. Más bien, los dos parecieron interesarse por igual en lo que Juro decía.
— ¿Eres capaz de crear tus propias armas? ¡Eso es asombroso! Yo también puedo crearlas, pero no duran mucho...
Ver la sorpresa de Eri le hizo pensar que quizá no estaba siendo claro. O honesto. O ambas cosas. La chica parecía haberse imaginado un mundo de cosas a partir de ahíl.
— No te confundas. No hablo de armas comunes, como shurikens, senbons, y todo eso — aclaró Juro, moviendo ambas manos en gesto tranquilizador —. Mis armas son raras y especiales. Dudo que hayas usado nunca algo así. Y muy costosas. Me gasto una pasta en material y reparaciones.
Por otra parte, Nabi se mantuvo en silencio. Pero a Juro no le pasó desapercibida el aura de desconfianza que emanaba. Realmente no entendía de que iban esos dos. Primero, Nabi se enfadaba porque le mentía. Y ahora, le hacían una pregunta en la que claramente se veía empujado a no contar la verdad. ¿Cómo iba a contarles en que consistia su especialidad?
— ¿Entonces lo que llevas a la espalda es un arma tuya?
Se aclaró la garganta. Tenía que ser sincero, de un modo un tanto diferente.
— Mirad chicos, no quiero quedar por un mentiros más veces. No os estoy contando todo claramente. Pero como comprenderéis, tengo que reservar algún secreto para el torneo. — afirmó, chasqueando los dedos —. Quiero que todo el público se quede sorprendido. Así seguro que destacaré.
Después, miró a Nabi, atentamente. Un brillo intenso sacudió sus ojos.
— Así es. Esta es mi arma secreta. Mi hermana me ayudó a hacerla, pero yo siempre la reparo cuando se rompe — aclaró, orgulloso —. La llevo siempre, por si las moscas. El médico me ha dicho que es malo para mi espalda, pero que se le va a hacer.
— ¿Eres capaz de crear tus propias armas? ¡Eso es asombroso! Yo también puedo crearlas, pero no duran mucho...
Ver la sorpresa de Eri le hizo pensar que quizá no estaba siendo claro. O honesto. O ambas cosas. La chica parecía haberse imaginado un mundo de cosas a partir de ahíl.
— No te confundas. No hablo de armas comunes, como shurikens, senbons, y todo eso — aclaró Juro, moviendo ambas manos en gesto tranquilizador —. Mis armas son raras y especiales. Dudo que hayas usado nunca algo así. Y muy costosas. Me gasto una pasta en material y reparaciones.
Por otra parte, Nabi se mantuvo en silencio. Pero a Juro no le pasó desapercibida el aura de desconfianza que emanaba. Realmente no entendía de que iban esos dos. Primero, Nabi se enfadaba porque le mentía. Y ahora, le hacían una pregunta en la que claramente se veía empujado a no contar la verdad. ¿Cómo iba a contarles en que consistia su especialidad?
— ¿Entonces lo que llevas a la espalda es un arma tuya?
Se aclaró la garganta. Tenía que ser sincero, de un modo un tanto diferente.
— Mirad chicos, no quiero quedar por un mentiros más veces. No os estoy contando todo claramente. Pero como comprenderéis, tengo que reservar algún secreto para el torneo. — afirmó, chasqueando los dedos —. Quiero que todo el público se quede sorprendido. Así seguro que destacaré.
Después, miró a Nabi, atentamente. Un brillo intenso sacudió sus ojos.
— Así es. Esta es mi arma secreta. Mi hermana me ayudó a hacerla, pero yo siempre la reparo cuando se rompe — aclaró, orgulloso —. La llevo siempre, por si las moscas. El médico me ha dicho que es malo para mi espalda, pero que se le va a hacer.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60