28/07/2017, 17:15
Los tres ninjas se acercaron sin perder el tiempo, como tres marujas en una tarde aburrida de verano. De lejos, Juro pudo escuchar a uno de los guardias — el que parecía tener mayor rango —, diciendo a gritos los cargos de los que acusaban al bandido. Este trató de decir algo, pero la represión le cerró la boca. Incluso la mujer se puso a insultar tanto a su marido como al bandido.
El guardia puso orden. Pronto, Juro se dio cuenta de que estaba viendo la escena con la boca abierta. Nunca hubiera imaginado que tales insultos pudieran salir de un lugar sagrado.
Al final, se decidió a dar una versión por turnos, para facilitar los problemas. Eso les venía de perlas a los tres, todo había que decirlo. Juro dedujo enseguida que, tal y como había imaginado, la tensión entre marido y mujer era casi la misma que con el bandido. Todos se matarían entre ellos si no hubiera tantos guardias.
El primero en hablar fue el hombre de alto prestigio, con el corte de pelo de samurai: el señor Masayuki. Este contó que tanto él como su esposa se encontraban de paseo por el lugar sagrado, cuando el bandido les atacó — ¡En un lugar sagrado! Juro no dio crédito —, ató al señor y violó a la esposa. Pero la cosa aún se ponía más fuerte. No fue una violación, ya que la esposa debió de consentirlo, y quiso huir con el bandido, pidiendo incluso que le asesinaran.
Nada más decir eso, la escena se armó en gritos y alboroto otra vez. Ni la mujer ni el bandido aceptaban aquello.
—Hm, ¿qué opináis del relato del samurái? No digo que me parezca inverosímil, pero, ¿por qué iba su esposa a renunciar a su estatus de noble y a una vida acomodada por fugarse con un criminal?
La pregunta de Akame le sacó de su ensimismamiento. Imitó su gesto, con la mano en el menton.
— Quizá fueran amantes o algo así. Se veían en secreto mientras disfrutaba de las comodidades que tu dices. Igual simplemente se cansó de él y de la situación — respondió Juro, encogiéndose de hombros —, quien sabe, quizá lo de asesinarlo iba por ese camino. Se convertiría en la viuda de un hombre noble.
» O quizá este mintiendo para mantener su honor intacto. Tengo curiosidad por ver que dice la señora.
Juro no era vidente. No tenía ni idea de lo que estaba pasando. Pero oye. Ya tenía forma de pasar la tarde.
El guardia puso orden. Pronto, Juro se dio cuenta de que estaba viendo la escena con la boca abierta. Nunca hubiera imaginado que tales insultos pudieran salir de un lugar sagrado.
Al final, se decidió a dar una versión por turnos, para facilitar los problemas. Eso les venía de perlas a los tres, todo había que decirlo. Juro dedujo enseguida que, tal y como había imaginado, la tensión entre marido y mujer era casi la misma que con el bandido. Todos se matarían entre ellos si no hubiera tantos guardias.
El primero en hablar fue el hombre de alto prestigio, con el corte de pelo de samurai: el señor Masayuki. Este contó que tanto él como su esposa se encontraban de paseo por el lugar sagrado, cuando el bandido les atacó — ¡En un lugar sagrado! Juro no dio crédito —, ató al señor y violó a la esposa. Pero la cosa aún se ponía más fuerte. No fue una violación, ya que la esposa debió de consentirlo, y quiso huir con el bandido, pidiendo incluso que le asesinaran.
Nada más decir eso, la escena se armó en gritos y alboroto otra vez. Ni la mujer ni el bandido aceptaban aquello.
—Hm, ¿qué opináis del relato del samurái? No digo que me parezca inverosímil, pero, ¿por qué iba su esposa a renunciar a su estatus de noble y a una vida acomodada por fugarse con un criminal?
La pregunta de Akame le sacó de su ensimismamiento. Imitó su gesto, con la mano en el menton.
— Quizá fueran amantes o algo así. Se veían en secreto mientras disfrutaba de las comodidades que tu dices. Igual simplemente se cansó de él y de la situación — respondió Juro, encogiéndose de hombros —, quien sabe, quizá lo de asesinarlo iba por ese camino. Se convertiría en la viuda de un hombre noble.
» O quizá este mintiendo para mantener su honor intacto. Tengo curiosidad por ver que dice la señora.
Juro no era vidente. No tenía ni idea de lo que estaba pasando. Pero oye. Ya tenía forma de pasar la tarde.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60