29/07/2017, 23:58
Desde que habían entrado en el edificio, los muchachos se habían percatado de que, sin duda, algo no iba bien. Los encargados viajaban de un lado para otro cargados de papeleo y todo el mundo parecía hablar en voz muy alta y estar muy enfadado. Todos menos el secretario encargado de las misiones, que parecía más bien desesperado, apoyada su cabeza en ambas manos, que a su vez se apoyaban con los codos en la mesa. Se daba golpecitos en la sien, inquieto. Toc, toc, toc.
Pese a que tenía las notas de Taeko delante de la cara, no se percató de la presencia de la muchacha hasta que el otro genin hizo acto de presencia y blandió un arma contra el silencio ruidoso al que sus oídos se habían acostumbrado.
—¿Oh? ¡Oh! —se sobresaltó—. Perdonad, perdonad. Es que estamos buscando dos ninjas más para una tarea muy importante, pero tenemos a todo el mundo ocupado en algo y... Ay, claro. Pobres. Pero vosotros sois genin, no creo que... No creo que...
Se mordió el labio inferior. Un compañero de papeleos que pasaba apurado al lado suyo silbó para llamar la atención.
—Kenzou-sama acaba de dar la orden: da igual que sean genin, necesita a dos compañeros más para el grupo de investigación. Sí, eso, por lo del chakra. Que suban.
El encargado que les atendían asintió con determinación.
—Está bien. Chicos, el Morikage está buscando apoyos para una incursión de investigación secreta de ANBU. Tenéis que subir a la terraza, más allá del piso del despacho. ¡Rápido, por las escaleras! Es bastante urgente y no encontramos a nadie más.