1/08/2017, 11:28
—Pues, te diría que preferiría guardarme el secreto, pero, si te digo honestamente —explicó, dejándose caer a la nieve de nuevo—. No me apetece desactivar el jutsu, porque podrían venir más gracietas mortales.
»Se trata del Byakugan. Mis ojos —dijo, señalándose las venas hinchadas alrededor de los párpados—. digamos que pueden precedir un poco lo que se viene por el camino. Digámoslo así, no entremos en detalles.
Pero no puedo utilizarlo todo el rato, ahora sólo lo he visto porque al escuchar el ruido lo he utilizado. De modo que por la cuenta que nos trae deberíamos seguir siendo igual de cautos que antes.
Daruu echó un vistazo en el horizonte, y atravesó con la mirada la roca, la roca de más atrás y la roca de más allá, hasta visualizar lo que parecía ser la entrada de una cueva. Más allá se erigía una amplia caverna con lo que parecían ser estacas de hielo en el fondo. Algunas eran más grandes que otra y no acababan en punta.
—Por ejemplo, puedo decirte que más adelante nos espera una caverna en la que tendremos que saltar sobre pilares de hielo, y si nos caemos seremos lo más parecido a un helado que puede llegar ser un cadáver pinchado en un palo —dijo, señalando a un punto en el que Kaido sólo vería una curva de pared que giraba a la derecha para seguir con el zigzag—. Pero no puedo verlo todo el rato, porque me acabaría haciendo daños a los ojos y no vería lo que tengo enfrente, así que rompería los dientes contra la pared más pronto que tarde. Así que como no puedo estar mirando a la caverna el cien por cien del tiempo no sé lo que nos esperará allá cuando lleguemos.
»Que conste que todo esto te lo digo por supervivencia. ¿Tú qué sabes hacer?
»Se trata del Byakugan. Mis ojos —dijo, señalándose las venas hinchadas alrededor de los párpados—. digamos que pueden precedir un poco lo que se viene por el camino. Digámoslo así, no entremos en detalles.
Pero no puedo utilizarlo todo el rato, ahora sólo lo he visto porque al escuchar el ruido lo he utilizado. De modo que por la cuenta que nos trae deberíamos seguir siendo igual de cautos que antes.
Daruu echó un vistazo en el horizonte, y atravesó con la mirada la roca, la roca de más atrás y la roca de más allá, hasta visualizar lo que parecía ser la entrada de una cueva. Más allá se erigía una amplia caverna con lo que parecían ser estacas de hielo en el fondo. Algunas eran más grandes que otra y no acababan en punta.
—Por ejemplo, puedo decirte que más adelante nos espera una caverna en la que tendremos que saltar sobre pilares de hielo, y si nos caemos seremos lo más parecido a un helado que puede llegar ser un cadáver pinchado en un palo —dijo, señalando a un punto en el que Kaido sólo vería una curva de pared que giraba a la derecha para seguir con el zigzag—. Pero no puedo verlo todo el rato, porque me acabaría haciendo daños a los ojos y no vería lo que tengo enfrente, así que rompería los dientes contra la pared más pronto que tarde. Así que como no puedo estar mirando a la caverna el cien por cien del tiempo no sé lo que nos esperará allá cuando lleguemos.
»Que conste que todo esto te lo digo por supervivencia. ¿Tú qué sabes hacer?