2/08/2017, 11:53
Como si estuviera totalmente agotado, Daruu se dejó caer en el respaldo y bajó la cabeza, totalmente rojo, como un tomate maduro.
—Yo... nunca había sentido esto... Es... raro... pero al mismo tiempo... —balbuceó Ayame. Daruu notó que le estaba mirando cuando levantó un poco la cabeza, pero enseguida la volvió a bajar—. Siempre... me has gustado...
«¿Qué dice...?»
—Bueno, desde la academia. Me parecías un chico interesante pero nunca intercambiamos más que una dos palabras... Nunca habría creído que podrías fijarte en alguien como yo... Y aún ahora sigo sin creérmelo...
Daruu suspiró.
—Yo no sé lo que me pasa —dijo, finalmente, Daruu—. Siempre me has parecido algo mona. Siempre me has parecido bonita, pero... No sé lo que me pasa.
Levantó la mirada y tomó la mano de Ayame, acariciándola con dulzura. Simplemente, dejándose llevar por el instinto.
—Pero me da igual, yo creo que... —tartamudeó, nervioso—. No voy a buscarle una explicación. Me gustas y ya está. Que siga siendo así todo el tiempo que haga falta.
—Yo... nunca había sentido esto... Es... raro... pero al mismo tiempo... —balbuceó Ayame. Daruu notó que le estaba mirando cuando levantó un poco la cabeza, pero enseguida la volvió a bajar—. Siempre... me has gustado...
«¿Qué dice...?»
—Bueno, desde la academia. Me parecías un chico interesante pero nunca intercambiamos más que una dos palabras... Nunca habría creído que podrías fijarte en alguien como yo... Y aún ahora sigo sin creérmelo...
Daruu suspiró.
—Yo no sé lo que me pasa —dijo, finalmente, Daruu—. Siempre me has parecido algo mona. Siempre me has parecido bonita, pero... No sé lo que me pasa.
Levantó la mirada y tomó la mano de Ayame, acariciándola con dulzura. Simplemente, dejándose llevar por el instinto.
—Pero me da igual, yo creo que... —tartamudeó, nervioso—. No voy a buscarle una explicación. Me gustas y ya está. Que siga siendo así todo el tiempo que haga falta.