2/08/2017, 14:06
Lo único que hizo Taeko ante mi pregunta fue extender una nota en la cual me indicaba su nombre y hacía saber lo emocionada que estaba ante la misión pero...
— ¿Por qué la nota? ¿acaso se te ha comido la lengua el bijuu? — pregunté totalmente extrañado.
Pero fue en vano, la muchacha ya se había adelantado definitivamente y ya se encontraba en la terraza a la que debíamos acudir. No me quedaba otra que seguir sus pasos y no hacer esperar al Morikage o a quien fuese que estuviese allí arriba. aunque cuando crucé el umbral de la puerta que daba acceso a esa azotea no daba crédito a lo que veía, como mucho esperaba ver al Morikage.
Sin embargo mis ojos que delataban un claro estado entre nerviosismo y sorpresa vislumbraban demasiadas figuras importantes. Por un lado teníamos la delegación de Amegakure con la Arashikage a la cabeza y lo que parecía ser una mujer con una mascara de gas recubriendo su rostro. Detrás de las dos, un par de ninjas más jóvenes, un chico y una chica que no había visto en mi vida.
Al otro lado, la delegación del Remolino con la nueva Uzukage a la cabeza. El clan Uzumaki seguía reinando en esas tierras. Gouna yacía impaciente en su lugar, repiqueteando su brazo con el índice de su mano. Al igual que con Amegakure, lo que parecía ser su guardaespaldas fue lo que resaltó, en este caso era un gordo como nunca antes había visto y tras ellos dos rostros conocidos.
*Vaya, la parejita Uchiha*
En el centro estaba Kenzou junto a un tipo de pobladas cejas al cual tampoco había conocido todavía.
—¡Oh, Yota-kun, Taeko-chan! —Sonriendo afablemente, Kenzou les indicó que fuesen hacia él—. Creía que Kusagakure no encontraría hoy dos ninjas para apoyar la misión.
*¡ME CAGO EN MI VIDA! Definitivamente mamá lo va a flipar*
Al igual que Taeko, fui a saludar como se merecía a los respectivos kages con una reverencia.
— Disculpenos, Kenzou-sama, hemos venido tan rápido como hemos sabido que nos necesitaba, Yota siempre está listo para la misión
Así pues, con toda la emoción del momento y con las disculpas realizadas, me senté tras el Morikage y su guardaespaldas, junto a Taeko a la espera de que aquella reunión nos dilucidase cual sería nuestro cometido ante tanta alta personalidad.
*¿Tan bien han hablado de mi Setsuna-sensei y Sora-sensei?*
— ¿Por qué la nota? ¿acaso se te ha comido la lengua el bijuu? — pregunté totalmente extrañado.
Pero fue en vano, la muchacha ya se había adelantado definitivamente y ya se encontraba en la terraza a la que debíamos acudir. No me quedaba otra que seguir sus pasos y no hacer esperar al Morikage o a quien fuese que estuviese allí arriba. aunque cuando crucé el umbral de la puerta que daba acceso a esa azotea no daba crédito a lo que veía, como mucho esperaba ver al Morikage.
Sin embargo mis ojos que delataban un claro estado entre nerviosismo y sorpresa vislumbraban demasiadas figuras importantes. Por un lado teníamos la delegación de Amegakure con la Arashikage a la cabeza y lo que parecía ser una mujer con una mascara de gas recubriendo su rostro. Detrás de las dos, un par de ninjas más jóvenes, un chico y una chica que no había visto en mi vida.
Al otro lado, la delegación del Remolino con la nueva Uzukage a la cabeza. El clan Uzumaki seguía reinando en esas tierras. Gouna yacía impaciente en su lugar, repiqueteando su brazo con el índice de su mano. Al igual que con Amegakure, lo que parecía ser su guardaespaldas fue lo que resaltó, en este caso era un gordo como nunca antes había visto y tras ellos dos rostros conocidos.
*Vaya, la parejita Uchiha*
En el centro estaba Kenzou junto a un tipo de pobladas cejas al cual tampoco había conocido todavía.
—¡Oh, Yota-kun, Taeko-chan! —Sonriendo afablemente, Kenzou les indicó que fuesen hacia él—. Creía que Kusagakure no encontraría hoy dos ninjas para apoyar la misión.
*¡ME CAGO EN MI VIDA! Definitivamente mamá lo va a flipar*
Al igual que Taeko, fui a saludar como se merecía a los respectivos kages con una reverencia.
— Disculpenos, Kenzou-sama, hemos venido tan rápido como hemos sabido que nos necesitaba, Yota siempre está listo para la misión
Así pues, con toda la emoción del momento y con las disculpas realizadas, me senté tras el Morikage y su guardaespaldas, junto a Taeko a la espera de que aquella reunión nos dilucidase cual sería nuestro cometido ante tanta alta personalidad.
*¿Tan bien han hablado de mi Setsuna-sensei y Sora-sensei?*
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa