6/08/2017, 20:33
La chica no había sido tan rápida como Akame a la hora de recolectar libros pero al final logró hacerlo justo a tiempo para el intercambio, aunque ella seguía de rodillas en el suelo y… El chico podría haberse tomado las molestias de ofrecerle una mínima ayuda pero en su lugar le dio las cosas y habló un tanto más.
De todas formas, Koko al tomar sus bolsas dejó las cosas a cada lado y se levantó algo lenta en un intento por no generar más ardores de los necesarios.
—Arde más que nada —indicó ya enderezándose e intentando suprimir la mueca de molestia que adornaba su rostro—. Podrías haberme dejado peor si hubieses querido, ¿verdad? —Agregó dedicándole una media sonrisa, también nerviosa.
Tras responder a la pregunta, la chica se agachó para tomar sus cosas y probablemente se iría para evitar hacer el ridículo, es decir, mientras más tiempo se mantuviese allí más riesgo corría de hacerlo. Pero lamentablemente al Uchiha no se le escapó el detalle de la comida, mayormente chatarra que más que ayudar a nadie le afectaría de forma negativa y a la pobre pecosa se le subió rápidamente la sangre a la cara tiñéndola completamente roja, incluso más que a él momentos atrás.
—No no, esto es… —Ahora estaba más nerviosa que antes y no iba a poder ocultarlo—. Son unas chucherías que me encargaron en casa —añadió retrocediendo unos pasos y soltando una risita nerviosa.
«¡Pero qué digo! ¡Si vivo sola! »Pensó justo después de lo dicho, pero ya no podía retractarse de lo dicho aunque muy probablemente el Uchiha no se dejaría engañar por una mentira tan vaga como esa así que lo único que le quedaba por hacer a la Kageyama era intentar desviar la conversación.
—¿Quieres algunas? Si quieres subimos a mi habitación.
Luego de aquello la chica se quedó completamente paralizada, manteniendo la alegre y algo nerviosa sonrisa mientras en su cabeza una sola frase pudo escucharse. «¿Por qué dije eso…? »Ahora sí que no tenía forma de remediar las cosas.
De todas formas, Koko al tomar sus bolsas dejó las cosas a cada lado y se levantó algo lenta en un intento por no generar más ardores de los necesarios.
—Arde más que nada —indicó ya enderezándose e intentando suprimir la mueca de molestia que adornaba su rostro—. Podrías haberme dejado peor si hubieses querido, ¿verdad? —Agregó dedicándole una media sonrisa, también nerviosa.
Tras responder a la pregunta, la chica se agachó para tomar sus cosas y probablemente se iría para evitar hacer el ridículo, es decir, mientras más tiempo se mantuviese allí más riesgo corría de hacerlo. Pero lamentablemente al Uchiha no se le escapó el detalle de la comida, mayormente chatarra que más que ayudar a nadie le afectaría de forma negativa y a la pobre pecosa se le subió rápidamente la sangre a la cara tiñéndola completamente roja, incluso más que a él momentos atrás.
—No no, esto es… —Ahora estaba más nerviosa que antes y no iba a poder ocultarlo—. Son unas chucherías que me encargaron en casa —añadió retrocediendo unos pasos y soltando una risita nerviosa.
«¡Pero qué digo! ¡Si vivo sola! »Pensó justo después de lo dicho, pero ya no podía retractarse de lo dicho aunque muy probablemente el Uchiha no se dejaría engañar por una mentira tan vaga como esa así que lo único que le quedaba por hacer a la Kageyama era intentar desviar la conversación.
—¿Quieres algunas? Si quieres subimos a mi habitación.
Luego de aquello la chica se quedó completamente paralizada, manteniendo la alegre y algo nerviosa sonrisa mientras en su cabeza una sola frase pudo escucharse. «¿Por qué dije eso…? »Ahora sí que no tenía forma de remediar las cosas.