7/08/2017, 19:56
Su mente ya se imaginaba el futuro: la bola de fuego golpeando al peliblanco, ya quemado por el Hosenka, y luego su caída sobre su cuerpo para rematarlo con su puño, preferentemente con el derecho. Lo dejaría inmovilizado y haría a la gente a gritar cuando viese que el ganador del combate era el calvo de Amegakure, que la pelea había llegado a su fin y ya tenían a uno más confirmado para la siguiente ronda.
Pero lo único que pudo llegar a hacerse realidad de esos deseos del monje fue la confirmación del combatiente que avanzaría a al próximo encuentro.
Las llamas que salieron de su boca perdieron fuerza a los pocos centímetros de encontrarse con el aire, el cuerpo de Karamaru se desestabilizó luego de recibir un enorme presión en su espalda. Salió volando varios metros hacia delante, atravesando la nube de humo, hasta poder encontrarse nuevamente con el suelo de madera.
Aaaayy...
Respiraba con dificultad, todavía sintiendo el olor del fuego que transitó por su garganta. Estaba mojado y apenas entendía qué es lo que había sucedido. Pero sus músculos no respondían, la fuerza se había desvanecido y en poco tiempo se dio cuenta de que estaba acabado. No sabía el cómo, pero sí sabía que el único capaz de atacarlo de esa manera era su contrincante. De algo no se percató el cenobita que permitió al peliblanco tomar la ventaja.
El combate estaba decidido y Karamaru ni siquiera podía levantarse para poder saludar, menos aún salir por sus propios medios de la arena. Solamente podía dedicarse a ver a su izquierda el suelo, y al otro lado las gradas. La gente de pie, gritando y aplaudiendo por el ganador, un justo ganador que demostró ser más poderoso que el calvo con un repertorio de técnicas envidiable. Al menos Karamaru podría terminar contento con su actuación.
Pero lo único que pudo llegar a hacerse realidad de esos deseos del monje fue la confirmación del combatiente que avanzaría a al próximo encuentro.
Las llamas que salieron de su boca perdieron fuerza a los pocos centímetros de encontrarse con el aire, el cuerpo de Karamaru se desestabilizó luego de recibir un enorme presión en su espalda. Salió volando varios metros hacia delante, atravesando la nube de humo, hasta poder encontrarse nuevamente con el suelo de madera.
Aaaayy...
Respiraba con dificultad, todavía sintiendo el olor del fuego que transitó por su garganta. Estaba mojado y apenas entendía qué es lo que había sucedido. Pero sus músculos no respondían, la fuerza se había desvanecido y en poco tiempo se dio cuenta de que estaba acabado. No sabía el cómo, pero sí sabía que el único capaz de atacarlo de esa manera era su contrincante. De algo no se percató el cenobita que permitió al peliblanco tomar la ventaja.
El combate estaba decidido y Karamaru ni siquiera podía levantarse para poder saludar, menos aún salir por sus propios medios de la arena. Solamente podía dedicarse a ver a su izquierda el suelo, y al otro lado las gradas. La gente de pie, gritando y aplaudiendo por el ganador, un justo ganador que demostró ser más poderoso que el calvo con un repertorio de técnicas envidiable. Al menos Karamaru podría terminar contento con su actuación.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘