10/08/2017, 00:40
Akame admitió que se encontraba aún más confundido en ese momento. Juro sentía lo mismo. Claramente, todos lo sentían. ¿Cómo podían interpretar algo tan inverosímil?
—¡Vaya, ahí tenemos las espadas perdidas!
Juro se fijó. Un último guardia alejado de su manada, traía en sus manos las — bellas — armas del samurai: una katana y una wakizashi ornamental. El samurai, al ver sus armas, se puso pálido. El bandido por otra parte comenzó a reír, y la mujer, se echó a llorar otra vez.
— Mirad sus reacciones... — murmuró, fascinado por el hecho.
¿Tenía razón el bandido entonces? ¿Se había desecho de ellas en un acto de pura cobardía? ¿Dónde estaba la daga de la que la mujer tanto se escudaba?
Finalmente, visto el alboroto y que nadie podía poner nada en claro, tanto los guardias como la comitiva se alejaron, llevándose a los tres consigo. Juro sintió algo de lástima. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Quién sería el culpable? Por alguna razón, se sentía vinculado al caso.
—Por todos los dioses, nunca había escuchado una historia tan extraña. O mejor dicho, tres.
— Y que lo digas. Si me lo hubieran contado dudo que lo hubiese creído — silbó Juro, con casi admiración —, pero es una verdadera lastima. Ya sabéis, que nadie haya encontrado una solución verdadera. Me hubiera gustado saber que paso de verdad aqui.
» Quizá acaben soltando al noble por su posición, o a su mujer por compasión. Dudo que traten bien al bandido.
—¡Vaya, ahí tenemos las espadas perdidas!
Juro se fijó. Un último guardia alejado de su manada, traía en sus manos las — bellas — armas del samurai: una katana y una wakizashi ornamental. El samurai, al ver sus armas, se puso pálido. El bandido por otra parte comenzó a reír, y la mujer, se echó a llorar otra vez.
— Mirad sus reacciones... — murmuró, fascinado por el hecho.
¿Tenía razón el bandido entonces? ¿Se había desecho de ellas en un acto de pura cobardía? ¿Dónde estaba la daga de la que la mujer tanto se escudaba?
Finalmente, visto el alboroto y que nadie podía poner nada en claro, tanto los guardias como la comitiva se alejaron, llevándose a los tres consigo. Juro sintió algo de lástima. ¿Qué iba a pasar ahora? ¿Quién sería el culpable? Por alguna razón, se sentía vinculado al caso.
—Por todos los dioses, nunca había escuchado una historia tan extraña. O mejor dicho, tres.
— Y que lo digas. Si me lo hubieran contado dudo que lo hubiese creído — silbó Juro, con casi admiración —, pero es una verdadera lastima. Ya sabéis, que nadie haya encontrado una solución verdadera. Me hubiera gustado saber que paso de verdad aqui.
» Quizá acaben soltando al noble por su posición, o a su mujer por compasión. Dudo que traten bien al bandido.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60