10/08/2017, 20:24
—No sé si alguna vez lo he hecho con una chica...
Datsue sonrió, prediciendo el comienzo de una broma. Luego vio que lo decía en serio, y la sonrisa le desapareció tan pronto como le vino.
—…pero deberás admitirme, que hay chicas que están hechas con una parte del mismo edén. Lo malo es aguantarlas...
En esa ocasión sí que no pudo evitar reírse, soltando una carcajada que jamás había oído de la boca de la propia Noemi.
—Pues con esta chica que tienes ahora frente a tus ojos… eso es misión imposible.
Más tarde, cuando al fin llegaron a la habitación de Aiko, el Uchiha deshizo el Henge recobrando su apariencia original. Aiko le pidió que hiciese como si estuviese en su casa, y Datsue no pudo evitar sonreírse. « Créeme. No quieres eso. Tienes la habitación demasiado ordenada»
Pero sus pensamientos pronto se vieron interrumpidos por las acciones de Aiko, que ni corta ni perezosa empezó a desprenderse de prendas innecesarias. «¡La bota!», recordó de pronto. Pero nada parecía haber en el pie de ella al descalzarse.
—Voy a darme una duchita. —anunció a su invitado. —Si quieres, puedes acompañarme... o si no, puedes ponerte mas cómodo.
Un rubor intenso afloró en sus mejillas, mientras el latido de su corazón retumbaba en sus tímpanos. A un lado: la bota, donde quizá en su interior se encontrase el secreto de la inmortalidad. Al otro…
«¡Madre del amor hermoso…!»
Aiko acababa de quitarse la camisa, desnuda de torso para arriba si no fuese por el sujetador que a duras penas podía contener sus virtudes. Tuvo que taponarse la nariz para evitar que un chorro de sangre saliese disparado en el acto, de suerte que ella ya se encontraba de espaldas.
—P-pues la verdad —dijo, con voz temblorosa. Si alguna vez había tenido dudas, ahora la elección era clara como el agua—. No me vendría mal una duchita, no. Esta mañana tuve un entrenamiento agotador…
Tiró las sandalias por el suelo con un movimiento de pies, y su camisa salió volando por los aires tras quitársela con una mano. Entonces se arrepintió de no haber realmente entrenado como había asegurado. Ni aquel día, ni muchos otros que se había pasado haciendo el vago. No por llegar fuera de forma al torneo, o por no cumplir su deber como shinobi, sino por no poder marcar abdominales como en aquel momento le gustaría. « Joder, si fuese constante como Akame… Tengo que ponerme ya en serio con los entrenamientos matutinos»
Lentamente, más nervioso que un Kusareño en misión, empezó a quitar el nudo del pantalón…
Datsue sonrió, prediciendo el comienzo de una broma. Luego vio que lo decía en serio, y la sonrisa le desapareció tan pronto como le vino.
—…pero deberás admitirme, que hay chicas que están hechas con una parte del mismo edén. Lo malo es aguantarlas...
En esa ocasión sí que no pudo evitar reírse, soltando una carcajada que jamás había oído de la boca de la propia Noemi.
—Pues con esta chica que tienes ahora frente a tus ojos… eso es misión imposible.
Más tarde, cuando al fin llegaron a la habitación de Aiko, el Uchiha deshizo el Henge recobrando su apariencia original. Aiko le pidió que hiciese como si estuviese en su casa, y Datsue no pudo evitar sonreírse. « Créeme. No quieres eso. Tienes la habitación demasiado ordenada»
Pero sus pensamientos pronto se vieron interrumpidos por las acciones de Aiko, que ni corta ni perezosa empezó a desprenderse de prendas innecesarias. «¡La bota!», recordó de pronto. Pero nada parecía haber en el pie de ella al descalzarse.
—Voy a darme una duchita. —anunció a su invitado. —Si quieres, puedes acompañarme... o si no, puedes ponerte mas cómodo.
Un rubor intenso afloró en sus mejillas, mientras el latido de su corazón retumbaba en sus tímpanos. A un lado: la bota, donde quizá en su interior se encontrase el secreto de la inmortalidad. Al otro…
«¡Madre del amor hermoso…!»
Aiko acababa de quitarse la camisa, desnuda de torso para arriba si no fuese por el sujetador que a duras penas podía contener sus virtudes. Tuvo que taponarse la nariz para evitar que un chorro de sangre saliese disparado en el acto, de suerte que ella ya se encontraba de espaldas.
—P-pues la verdad —dijo, con voz temblorosa. Si alguna vez había tenido dudas, ahora la elección era clara como el agua—. No me vendría mal una duchita, no. Esta mañana tuve un entrenamiento agotador…
Tiró las sandalias por el suelo con un movimiento de pies, y su camisa salió volando por los aires tras quitársela con una mano. Entonces se arrepintió de no haber realmente entrenado como había asegurado. Ni aquel día, ni muchos otros que se había pasado haciendo el vago. No por llegar fuera de forma al torneo, o por no cumplir su deber como shinobi, sino por no poder marcar abdominales como en aquel momento le gustaría. « Joder, si fuese constante como Akame… Tengo que ponerme ya en serio con los entrenamientos matutinos»
Lentamente, más nervioso que un Kusareño en misión, empezó a quitar el nudo del pantalón…
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado