11/08/2017, 18:02
La terrible desgracia.
Daruu cayó de su pilar hacia lo que sería la más segura de las muertes, incapaz de hacer nada contra la gravedad que le enviaba directamente hacia el centenar de estalagmitas que aguardaban pacientemente a su próxima víctima. A otra intentona de superar la peligrosa Senda del Carámbano, sin éxito alguno. Pero resultó curioso, que incluso antes de que Kaido pudiera gritar desesperanzado por la pérdida de un compañero, un borronazo súbito y fugaz envolvió al lejano cuerpo de Daruu, haciéndole desaparecer del oscuro abismo bajo sus pies.
No hubo queja, ni gritos. No hubo muestras de dolor. ¿Daruu-san había recibido el frío filo de las púas, o no?
«¡Mierda, mierda! ¿qué coño fue eso? ¿estará vivo?»
—¡Daruu-kun, ¿estás ahí?!
Pregunta sin respuesta, al menos por parte de Daruu. Porque la cueva sí que decidió responder con un severo temblor que habría sido consecuencia de la pesada voz del escualo rebotando entre sus heladas paredes. El pilar que hubo traicionado al peso de Daruu terminó de quebrarse, y el de la izquierda se movió peligrosamente aún sin desmoronarse. El que se mantuvo inerte era el de la derecha, y en vista de la premura que tendría Kaido por salir de ahí, elegiría ese sin dudarlo.
Saltó, Hop y de ahí, buscaría llegar hasta el otro extremo de la cueva. Si lograba salvarse, ya pensaría qué hacer respecto a su compañero, al que aún creía vivo.
Daruu cayó de su pilar hacia lo que sería la más segura de las muertes, incapaz de hacer nada contra la gravedad que le enviaba directamente hacia el centenar de estalagmitas que aguardaban pacientemente a su próxima víctima. A otra intentona de superar la peligrosa Senda del Carámbano, sin éxito alguno. Pero resultó curioso, que incluso antes de que Kaido pudiera gritar desesperanzado por la pérdida de un compañero, un borronazo súbito y fugaz envolvió al lejano cuerpo de Daruu, haciéndole desaparecer del oscuro abismo bajo sus pies.
No hubo queja, ni gritos. No hubo muestras de dolor. ¿Daruu-san había recibido el frío filo de las púas, o no?
«¡Mierda, mierda! ¿qué coño fue eso? ¿estará vivo?»
—¡Daruu-kun, ¿estás ahí?!
Pregunta sin respuesta, al menos por parte de Daruu. Porque la cueva sí que decidió responder con un severo temblor que habría sido consecuencia de la pesada voz del escualo rebotando entre sus heladas paredes. El pilar que hubo traicionado al peso de Daruu terminó de quebrarse, y el de la izquierda se movió peligrosamente aún sin desmoronarse. El que se mantuvo inerte era el de la derecha, y en vista de la premura que tendría Kaido por salir de ahí, elegiría ese sin dudarlo.
Saltó, Hop y de ahí, buscaría llegar hasta el otro extremo de la cueva. Si lograba salvarse, ya pensaría qué hacer respecto a su compañero, al que aún creía vivo.