12/08/2017, 15:41
Casi sin darse cuenta, Akame fue arrastrado escaleras arriba... Hacia el ala de las chicas. El Uchiha empezó a ser consciente de ello cuando vio cómo Koko abría la puerta de su apartamento y le metía dentro a tirones. Todo parecía lejano, ausente, impersonal, como un sueño distante. De repente estaba allí, en la habitación de su atractiva compañera. No pudo evitar que se le subieran los colores.
—Koko-san, agradezco tu interés, pero, eh, uh... —balbuceó, sin saber exactamente qué decir—. No sé si esto, eh, bueno, lo que quiero decir es...
Ahí estaba otra vez; el Akame pequeño e indefenso, frágil, inseguro. Cómo odiaba a aquel Akame, y aun así en ese preciso instante no encontró una mejor versión de sí mismo con el que reemplazarlo. Al final tuvo que callarse y buscar alguna excusa para no parecer idiota.
La encontró en la ropa tirada sobre la cama y varias bolsas de comida junto a la puerta. Rápidamente se levantó, tomando las bolsas.
—¿Quieres que te ayude a colocar esto?
—Koko-san, agradezco tu interés, pero, eh, uh... —balbuceó, sin saber exactamente qué decir—. No sé si esto, eh, bueno, lo que quiero decir es...
Ahí estaba otra vez; el Akame pequeño e indefenso, frágil, inseguro. Cómo odiaba a aquel Akame, y aun así en ese preciso instante no encontró una mejor versión de sí mismo con el que reemplazarlo. Al final tuvo que callarse y buscar alguna excusa para no parecer idiota.
La encontró en la ropa tirada sobre la cama y varias bolsas de comida junto a la puerta. Rápidamente se levantó, tomando las bolsas.
—¿Quieres que te ayude a colocar esto?