15/08/2017, 14:31
—Eh... Koko-san... Yo... —balbuceó el pobre Uchiha mientras era manejado, literalmente, por su compañera de Aldea. Akame simplemente se dejó quitar las bolsas de las manos mientras trataba de no parecer un idiota. Koko se había puesto nerviosísima de repente, y el Uchiha no tardó en descubrir por qué.
Sobre la cama hacia la que la muchacha le había casi empujado había todo tipo de ropa; también prendas interiores. Akame intuyó un par de sujetadores de buena copa y otras prendas íntimas. El Uchiha se puso rojo como un tomate, y a punto estuvo de sangrar por la nariz ante aquel paisaje. «Por Amaterasu... Dame fuerza, dame fuerza y templanza...» No sólo Koko era una kunoichi tremendamente atractiva y con carácter, sino que ahora tenía todo un catálogo de sus prendas interiores a disposición del Uchiha.
—Koko-san, creo que... Eh, uh... Te has dejado algo de ropa en la cama —dijo él, y como si quisiera arreglarlo, se apresuró a recoger las prendas no íntimas que estaban por toda la cama.
Luego se daría la vuelta, buscando a su anfitriona.
—¿Dónde dejo esto? —preguntó, con una risilla nerviosa.
Sobre la cama hacia la que la muchacha le había casi empujado había todo tipo de ropa; también prendas interiores. Akame intuyó un par de sujetadores de buena copa y otras prendas íntimas. El Uchiha se puso rojo como un tomate, y a punto estuvo de sangrar por la nariz ante aquel paisaje. «Por Amaterasu... Dame fuerza, dame fuerza y templanza...» No sólo Koko era una kunoichi tremendamente atractiva y con carácter, sino que ahora tenía todo un catálogo de sus prendas interiores a disposición del Uchiha.
—Koko-san, creo que... Eh, uh... Te has dejado algo de ropa en la cama —dijo él, y como si quisiera arreglarlo, se apresuró a recoger las prendas no íntimas que estaban por toda la cama.
Luego se daría la vuelta, buscando a su anfitriona.
—¿Dónde dejo esto? —preguntó, con una risilla nerviosa.