15/08/2017, 16:19
¿Cómo había dicho el leñador, lo había visto todo? En cierta manera le daba un poco igual que tan lleno de tristeza estuviese su corazón, lo que le interesaba un poco más era lo lleno de información que estaba su cabeza. El leñador tenía las respuestas que los jóvenes buscaban.
—¿Y por qué no les dijo a los guardias, buen hombre? Podría haber ayudado a resolver el asunto, o a salvar a alguien de un castigo injusto que probablemente recibirá
Akame se puso delante del hombre y este le miro para luego retomar la charla.
—Ninguna de esas tres personas merece ser salvada. Hoy he visto con mis propios ojos de qué son capaces los hombres y las mujeres.Puedo contarles la historia, o pueden quedarse con la versión que prefieran de entre las de los tres implicados. ¿Por qué iban a creerme a mí, un leñador con los zapatos remendados, en lugar de a un orgulloso guerrero? ¿O a una bella dama? ¿O a un rufián sin miedo a nada?
Juro permanecía en silencio hasta que en un momento soltó algo.
— Me encantaría escuchar su versión de la historia. Aunque todo lo que diga sea cierto, usted no esta implicado en el asunto. No va a mentir para encubrirse, conservar su honor ni por miedo a un castigo.
El joven médico no pudo evitar asentir con un gesto de la cabeza y finalmente se puso a un lado de Akame en cuchillas también. Necesitaba saber el relato del leñador también.
Usted posee la versión verdadera del relato. ¿Sería tan amable de compartirla con tres jóvenes curiosos?
Solicitó con humildad y respeto, como si estuviese hablando con un sabio más que con un simple trabajador.
—¿Y por qué no les dijo a los guardias, buen hombre? Podría haber ayudado a resolver el asunto, o a salvar a alguien de un castigo injusto que probablemente recibirá
Akame se puso delante del hombre y este le miro para luego retomar la charla.
—Ninguna de esas tres personas merece ser salvada. Hoy he visto con mis propios ojos de qué son capaces los hombres y las mujeres.Puedo contarles la historia, o pueden quedarse con la versión que prefieran de entre las de los tres implicados. ¿Por qué iban a creerme a mí, un leñador con los zapatos remendados, en lugar de a un orgulloso guerrero? ¿O a una bella dama? ¿O a un rufián sin miedo a nada?
Juro permanecía en silencio hasta que en un momento soltó algo.
— Me encantaría escuchar su versión de la historia. Aunque todo lo que diga sea cierto, usted no esta implicado en el asunto. No va a mentir para encubrirse, conservar su honor ni por miedo a un castigo.
El joven médico no pudo evitar asentir con un gesto de la cabeza y finalmente se puso a un lado de Akame en cuchillas también. Necesitaba saber el relato del leñador también.
Usted posee la versión verdadera del relato. ¿Sería tan amable de compartirla con tres jóvenes curiosos?
Solicitó con humildad y respeto, como si estuviese hablando con un sabio más que con un simple trabajador.
Hablo - Pienso