16/08/2017, 15:15
(Última modificación: 16/08/2017, 15:16 por Uchiha Datsue.)
El hilo rojo del destino brillaba en el dedo meñique de Akame. Se envolvía en él como un anillo de boda, y se extendía como decenas de serpientes a lo largo de toda la habitación, enredándose en la cama, la ropa tirada… en Koko. Enrollaba a Koko como un ovillo de lana, para luego seguir por el suelo en sinuosas curvas, perdiéndose finalmente por debajo de la puerta de la habitación.
¿Dónde estaba el otro extremo? Quizá en la propia Koko. Quizá más allá del otro lado de la puerta. Estaba demasiado enredado como para poder apreciarlo, y, además, la única persona en Oonindo que había asegurado poder verlo se encontraba muerto, y sus palabras se habían perdido hacía ya tiempo en el polvoriento libro del olvido.
Estuviesen o no predestinados a encontrarse, kunoichi y shinobi se fundieron en un beso. Un beso que brilló con luz propia, que resplandeció por sí mismo, y que hubiese deslumbrado al mundo entero si alguien lo suficientemente intrépido hubiese estado allí para plasmarlo en papel…
… ¿o sí lo había?
Cuando Koko, en un suspiro ahogado, preguntó con ojos anhelantes a Akame, éste pudo captar otra cosa por el rabillo del ojo. Un flash. No es que su beso hubiese brillado, es que un fogonazo intermitente provenía del otro lado de la ventana. Koko también lo captó, pero cuando miró ya no había nada. Quizá, había sido el reflejo de un simple metal. O quizá alguien estaba practicando con bombas de luz abajo, en el jardín. Sin embargo, a Akame le resultó extrañamente familiar. Le recordó a cierta misión que había hecho con su difunto amigo Haskoz, cuando cazó a Hozuki Chokichi sacándole una foto…
¿Dónde estaba el otro extremo? Quizá en la propia Koko. Quizá más allá del otro lado de la puerta. Estaba demasiado enredado como para poder apreciarlo, y, además, la única persona en Oonindo que había asegurado poder verlo se encontraba muerto, y sus palabras se habían perdido hacía ya tiempo en el polvoriento libro del olvido.
Estuviesen o no predestinados a encontrarse, kunoichi y shinobi se fundieron en un beso. Un beso que brilló con luz propia, que resplandeció por sí mismo, y que hubiese deslumbrado al mundo entero si alguien lo suficientemente intrépido hubiese estado allí para plasmarlo en papel…
… ¿o sí lo había?
Cuando Koko, en un suspiro ahogado, preguntó con ojos anhelantes a Akame, éste pudo captar otra cosa por el rabillo del ojo. Un flash. No es que su beso hubiese brillado, es que un fogonazo intermitente provenía del otro lado de la ventana. Koko también lo captó, pero cuando miró ya no había nada. Quizá, había sido el reflejo de un simple metal. O quizá alguien estaba practicando con bombas de luz abajo, en el jardín. Sin embargo, a Akame le resultó extrañamente familiar. Le recordó a cierta misión que había hecho con su difunto amigo Haskoz, cuando cazó a Hozuki Chokichi sacándole una foto…
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado