16/08/2017, 15:23
Se había topado con él, después del combate habían coincidido un par de veces y él no se había dignado a decirle nada, ¡como osaba! ¡Primero miente, luego hacen que la llenen los oídos de vitores y por último ahora la ignoraba! Había ido al cuarto de Nabi pero tampoco estaba allí para poder desahogarse, ¡y eso que estaba muy furiosa!
Subió las escaleras de dos en dos, queriendo entrar lo más rápido posible en su habitación, pero luego, cuando pasó una habitación... Algo encendió su cerebro. ¿Y si...? Pero no se conocían de nada... Pero... ¡Ella necesitaba hablar con alguien!
Con suaves pasos se acercó a la puerta contigua, tragó saliva y suspiró para después levantar su puño suavemente y dar unos ligeros golpes en la puerta.
Toc toc.
—Esto... ¿Koko-san? ¿Estás ahí? —preguntó a la puerta, luego se dio cuenta de que la excusa para hablar con ella era prácticamente inexistente, así que veloz se deshizo de su chaqueta negra y la dobló como pudo para añadir: —He encontrado esta chaqueta en el pasillo y he pensado que a lo mejor era tuya... ¿Puedes abrir? —preguntó con una voz más potente, ignorante de lo que podría estar pasando dentro de la habitación.
Ni lo que ocurría fuera.
Sin embargo el pánico acudió a sus mejillas y cuando sus manos temblorosas bajaron de nuevo, presas de la vergüenza; tomó un pedazo de papel que había en uno de sus bolsillos y un lápiz de su portaobjetos y escribió una corta nota que pasó por debajo de la puerta.
Luego corrió rápidamente a su cuarto y lo último que resonó en el pasillo fue un portazo.
Subió las escaleras de dos en dos, queriendo entrar lo más rápido posible en su habitación, pero luego, cuando pasó una habitación... Algo encendió su cerebro. ¿Y si...? Pero no se conocían de nada... Pero... ¡Ella necesitaba hablar con alguien!
Con suaves pasos se acercó a la puerta contigua, tragó saliva y suspiró para después levantar su puño suavemente y dar unos ligeros golpes en la puerta.
Toc toc.
—Esto... ¿Koko-san? ¿Estás ahí? —preguntó a la puerta, luego se dio cuenta de que la excusa para hablar con ella era prácticamente inexistente, así que veloz se deshizo de su chaqueta negra y la dobló como pudo para añadir: —He encontrado esta chaqueta en el pasillo y he pensado que a lo mejor era tuya... ¿Puedes abrir? —preguntó con una voz más potente, ignorante de lo que podría estar pasando dentro de la habitación.
Ni lo que ocurría fuera.
Sin embargo el pánico acudió a sus mejillas y cuando sus manos temblorosas bajaron de nuevo, presas de la vergüenza; tomó un pedazo de papel que había en uno de sus bolsillos y un lápiz de su portaobjetos y escribió una corta nota que pasó por debajo de la puerta.
Koko-san,
He encontrado una chaqueta de color oscuro justo delante de tu puerta (/Òwó)/ a lo mejor era tuya, a lo mejor no; pero si es tuya ven a verme a mi cuarto, y te la devolveré con gusto. (^o^)
Eri.
He encontrado una chaqueta de color oscuro justo delante de tu puerta (/Òwó)/ a lo mejor era tuya, a lo mejor no; pero si es tuya ven a verme a mi cuarto, y te la devolveré con gusto. (^o^)
Eri.
Luego corrió rápidamente a su cuarto y lo último que resonó en el pasillo fue un portazo.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)