18/08/2017, 15:38
Según el leñador, la parte en la que Mifune atacaba traicioneramente a Masayuki era real, tan real que incluso había sido noqueado inconsciente al caer de su montura. La parte en la que la mujer era tomada en contra de su voluntad también era verídica, no había nada de mentira en eso.
La experiencia al parecer habría conmovido al bandido, quien de rodillas rogaría a la fémina que se escapase con él a donde ella quisiera, que hasta dejaría su vida de hurtos y maldades para ser una persona de bien. Akame no parecía creer del todo eso o al menos no le sentaba del todo bien, su gesto así lo evidenciaba.
Machiko como mujer de clase alta que era, no estaba en libertad de tomar esas decisiones. Ella tenía un esposo y a menos que este fuese sido vencido en un duelo, no podría marcharse con el bandido.
Poco a poco las historias de los tres iban perdiendo su propios puntos de vista, se iban despojando de los sentimientos fuertes y los rencores.
Masayuki se negaría a pelear por una mujer que había sido tomada por otro hombre y Mifune ante tal actitud por parte de la mujer también perdería su interés en ella. Entonces, al ver que ambos hombres no parecían dispuestos a arriesgarse por ella, comenzó a burlarse e insultarles.
Esto tendría una respuesta directa en ambos y haría que forzadamente comenzasen a cruzar espadas, pero en palabras del propio leñador, era un duelo que estaba lejos de ser glorioso.
Las armas se perderían o se verían inutilizadas de alguna manera durante la pelea y entonces los guardias entrarían en escena.
¡Wow...!
Fue lo único que llegó a dejar escapar de sus labios el joven médico de Amegakure.
Así que así fue como pasaron realmente las cosas...
No pudo evitar negar ligeramente con un gesto de su cabeza. Habiendo escuchado todo el relato, se puso de pie y se levantó el kasa para arreglarse el peinado.
La experiencia al parecer habría conmovido al bandido, quien de rodillas rogaría a la fémina que se escapase con él a donde ella quisiera, que hasta dejaría su vida de hurtos y maldades para ser una persona de bien. Akame no parecía creer del todo eso o al menos no le sentaba del todo bien, su gesto así lo evidenciaba.
Machiko como mujer de clase alta que era, no estaba en libertad de tomar esas decisiones. Ella tenía un esposo y a menos que este fuese sido vencido en un duelo, no podría marcharse con el bandido.
Poco a poco las historias de los tres iban perdiendo su propios puntos de vista, se iban despojando de los sentimientos fuertes y los rencores.
Masayuki se negaría a pelear por una mujer que había sido tomada por otro hombre y Mifune ante tal actitud por parte de la mujer también perdería su interés en ella. Entonces, al ver que ambos hombres no parecían dispuestos a arriesgarse por ella, comenzó a burlarse e insultarles.
Esto tendría una respuesta directa en ambos y haría que forzadamente comenzasen a cruzar espadas, pero en palabras del propio leñador, era un duelo que estaba lejos de ser glorioso.
Las armas se perderían o se verían inutilizadas de alguna manera durante la pelea y entonces los guardias entrarían en escena.
¡Wow...!
Fue lo único que llegó a dejar escapar de sus labios el joven médico de Amegakure.
Así que así fue como pasaron realmente las cosas...
No pudo evitar negar ligeramente con un gesto de su cabeza. Habiendo escuchado todo el relato, se puso de pie y se levantó el kasa para arreglarse el peinado.
Hablo - Pienso