24/08/2017, 12:10
—¡Está riquísimo! —exclamó Ayame cuando probó el chocolate. Daruu se enrojeció.
—Gracias, Ayame-chan —dijo, tímidamente, agachando la mirada—. ¿Qué te parece el Valle de los Dojos? Es un lugar superbonito, ¿no? Aunque estoy pasando algo de calo-JAJAJAJA...
Daruu había estallado en una carcajada, y tuvo que dejar la taza en la mesa si no quería que se le derramara. Se agarró el vientre con ambos brazos y se dejó caer en el sofá, balanceándose. Sólo unos segundos después señaló la punta de la nariz de Ayame.
—¡Tienes... tienes nata en la nariz! —rio.
—Gracias, Ayame-chan —dijo, tímidamente, agachando la mirada—. ¿Qué te parece el Valle de los Dojos? Es un lugar superbonito, ¿no? Aunque estoy pasando algo de calo-JAJAJAJA...
Daruu había estallado en una carcajada, y tuvo que dejar la taza en la mesa si no quería que se le derramara. Se agarró el vientre con ambos brazos y se dejó caer en el sofá, balanceándose. Sólo unos segundos después señaló la punta de la nariz de Ayame.
—¡Tienes... tienes nata en la nariz! —rio.