26/08/2017, 14:31
Bajo el sombrero de paja que ocultaba parte de su rostro, el joven médico no pudo evitar sentir cierta satisfacción al escuchar el ruido de la daga caer al piso. Una hermosa y bien decorada daga, una daga que solo podría pertenecer a una dama de un clan muy importante. Una daga que se había perdido en el relato del leñador.
¡Vaya...!
Comentaría el shinobi mientras flexionaba ligeramente las piernas y acercaba una de sus manos al piso para tomar el cuchillo.
Esta daga...
Se tomaría un par de segundos para admirarla en detalle, determinando su posible valor y un posible comprador. No se iba a preguntar a quien pertenecía pues desde luego que ya lo sabía.
¡Encontró la daga de Machiko-dono...!
Diría con un tono un tanto jocoso. Alzaría entonces su mirada para que esta encontrase la del leñador.
¿Qué tenía pensado hacer con ella?
¡Vaya...!
Comentaría el shinobi mientras flexionaba ligeramente las piernas y acercaba una de sus manos al piso para tomar el cuchillo.
Esta daga...
Se tomaría un par de segundos para admirarla en detalle, determinando su posible valor y un posible comprador. No se iba a preguntar a quien pertenecía pues desde luego que ya lo sabía.
¡Encontró la daga de Machiko-dono...!
Diría con un tono un tanto jocoso. Alzaría entonces su mirada para que esta encontrase la del leñador.
¿Qué tenía pensado hacer con ella?
Hablo - Pienso