30/08/2017, 17:54
El médico, carente de raciocinio, no aceptó la respuesta de la chica como una posibilidad tan siquiera. Éste se rehusó a aceptar quedarse en ese hospital que catalogaba como "de mala muerte", e inmediatamente comenzó a andar hacia los restos del armario de la habitación. A cada paso no podía evitar quejarse, le debía doler a rabiar, y eso que seguro intentaba ocultarlo. A saber cuanto le dolía en realidad...
«Será cabezón...»
Éste inquirió que seguiría la recuperación en los alojamientos, curándose él mismo, dado que sin dudar lo haría mejor. Al menos, eso era lo que pensaba, y no dudó en soltarlo. La chica frunció el ceño, cabreada relativamente por la reacción del chico. La vena de su sien relucía bien cargada, y hasta se notaban los impulsos de sangre que recorrían ésta a escasos intervalos.
—¡Mogura! —solicitó su atención. —No puedes casi ni andar, ¿acaso no lo ves? Estás hecho un trapo, necesitas reposar. Te vas a quedar en éste hospital, y si puedes curarte tú mismo, hazlo, pero te quedarás aquí. Si algo te sale mal, tienes ayuda médica, además de que dispones de todo el material médico que puedas necesitar, cosa que en los alojamientos no tienes.
Se cruzó de brazos, e hizo aún mas intensa su mirada, si es que cabe. —¡Y no hay mas que hablar! ¿vale?
«Será cabezón...»
Éste inquirió que seguiría la recuperación en los alojamientos, curándose él mismo, dado que sin dudar lo haría mejor. Al menos, eso era lo que pensaba, y no dudó en soltarlo. La chica frunció el ceño, cabreada relativamente por la reacción del chico. La vena de su sien relucía bien cargada, y hasta se notaban los impulsos de sangre que recorrían ésta a escasos intervalos.
—¡Mogura! —solicitó su atención. —No puedes casi ni andar, ¿acaso no lo ves? Estás hecho un trapo, necesitas reposar. Te vas a quedar en éste hospital, y si puedes curarte tú mismo, hazlo, pero te quedarás aquí. Si algo te sale mal, tienes ayuda médica, además de que dispones de todo el material médico que puedas necesitar, cosa que en los alojamientos no tienes.
Se cruzó de brazos, e hizo aún mas intensa su mirada, si es que cabe. —¡Y no hay mas que hablar! ¿vale?