11/09/2017, 16:49
(Última modificación: 11/09/2017, 16:49 por Uchiha Datsue.)
—¿En una habitación de Nantonoya? —repitió Datsue, incrédulo. ¿Cómo demonios lo había sabido?—. Pues, la verdad, en la imagen no se llega a apreciar. Pero quien la sacó me asegura que no. De hecho, me asegura que la tomó hace tiempo, mucho antes de que se supiese nada del torneo.
«¿Cómo demonios sabe que la foto fue tomada aquí? Mierda, cuando el flash… ¡Akame tuvo que adivinar que fue una foto!»
—Riko, no sé qué te habrá dicho Akame. Pero, por favor, recuerda que estamos hablando de quien estamos hablando. Fue él quien empezó los rumores sobre tu traición, no lo olvides. Antes de sacar conclusiones precipitadas, déjame…
¡Toc, toc, toc, toc! ¡Toc, toc, toc, toc! ¡TOC, TOC, TOC, TOC!
Alguien tocaba en el cristal de la ventana de forma frenética. Tocar quizá se quedase demasiado corto como definición. Más bien la aporreaba, con tal angustia que era todo un milagro que el cristal no se hubiese hecho añicos ya. «¿Qué cojones? ¡Chokichi!»
Riko lo reconoció en seguida. Era un compañero suyo de clase, que desgraciadamente había repetido curso. Recordó que era un tipo aficionado a sacar fotografías, de mirada huidiza y vergonzoso, aunque cuando empezaba a hablar no había quien le parase.
Datsue abrió la ventana corredera y el joven chico se precipitó al suelo, cayéndosele una revista por el camino, justo a los pies de Riko. Hozuki era un chico de cara redondeada, ojos saltones y azules y un cabello rojizo y rizado, no muy largo. Su rostro reflejaba el terror más absoluto, como si acabase de ver al monstruo más terrorífico del mundo.
Se abalanzó sobre Datsue y lo agarró por la camisa.
—Nononono. Nononono. Nononono... —Con los ojos desencajados y la cara blanca, Chokichi parecía estar sufriendo un colapso.
—¡Chokichi, por los Dioeses, cálmate! ¿Qué ocurre?
—Te lo dije… ¡Te dije que no era buena idea! Está aquí. ¡Está aquí y nos va a matar!
—¿Aquí? ¿Quién? ¿Dónde?
—¡Estamos perdidos! —Hozuki rio. Una carcajada estridente y demente, como si hubiese terminado de perder la razón. Entonces reconoció a Riko, y se abalanzó sobre él—. ¡Riko, ayúdame! ¡Tienes que creerme! ¡Yo no tengo la culpa de nada! ¡DE NADA!
—¡Chokichi, me cago en la puta! ¡¿De quién cojones estás hablando?! Quién nos va a…
Uchiha Datsue miró a Hozuki. Hozuki, que se suponía que iba a entrar por la puerta, y no la ventana, cuando hubiese acabado su cometido.
Uchiha Datsue miró a Riko. Riko, que acababa de hablar con Akame.
Uchiha Datsue miró la puerta. La puerta, una simple hoja de madera que no contendría ni una simple brisa.
A Uchiha Datsue se le paró el corazón…
«¿Cómo demonios sabe que la foto fue tomada aquí? Mierda, cuando el flash… ¡Akame tuvo que adivinar que fue una foto!»
—Riko, no sé qué te habrá dicho Akame. Pero, por favor, recuerda que estamos hablando de quien estamos hablando. Fue él quien empezó los rumores sobre tu traición, no lo olvides. Antes de sacar conclusiones precipitadas, déjame…
¡Toc, toc, toc, toc! ¡Toc, toc, toc, toc! ¡TOC, TOC, TOC, TOC!
Alguien tocaba en el cristal de la ventana de forma frenética. Tocar quizá se quedase demasiado corto como definición. Más bien la aporreaba, con tal angustia que era todo un milagro que el cristal no se hubiese hecho añicos ya. «¿Qué cojones? ¡Chokichi!»
Riko lo reconoció en seguida. Era un compañero suyo de clase, que desgraciadamente había repetido curso. Recordó que era un tipo aficionado a sacar fotografías, de mirada huidiza y vergonzoso, aunque cuando empezaba a hablar no había quien le parase.
Datsue abrió la ventana corredera y el joven chico se precipitó al suelo, cayéndosele una revista por el camino, justo a los pies de Riko. Hozuki era un chico de cara redondeada, ojos saltones y azules y un cabello rojizo y rizado, no muy largo. Su rostro reflejaba el terror más absoluto, como si acabase de ver al monstruo más terrorífico del mundo.
Se abalanzó sobre Datsue y lo agarró por la camisa.
—Nononono. Nononono. Nononono... —Con los ojos desencajados y la cara blanca, Chokichi parecía estar sufriendo un colapso.
—¡Chokichi, por los Dioeses, cálmate! ¿Qué ocurre?
—Te lo dije… ¡Te dije que no era buena idea! Está aquí. ¡Está aquí y nos va a matar!
—¿Aquí? ¿Quién? ¿Dónde?
—¡Estamos perdidos! —Hozuki rio. Una carcajada estridente y demente, como si hubiese terminado de perder la razón. Entonces reconoció a Riko, y se abalanzó sobre él—. ¡Riko, ayúdame! ¡Tienes que creerme! ¡Yo no tengo la culpa de nada! ¡DE NADA!
—¡Chokichi, me cago en la puta! ¡¿De quién cojones estás hablando?! Quién nos va a…
Uchiha Datsue miró a Hozuki. Hozuki, que se suponía que iba a entrar por la puerta, y no la ventana, cuando hubiese acabado su cometido.
Uchiha Datsue miró a Riko. Riko, que acababa de hablar con Akame.
Uchiha Datsue miró la puerta. La puerta, una simple hoja de madera que no contendría ni una simple brisa.
A Uchiha Datsue se le paró el corazón…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado