12/09/2017, 15:53
Cuando el ratón volvió con la información hacia donde se encontraba Oojima, éste tuvo claro que algo estaba yendo muy mal. Demasiado mal. El resto de sus criaturas habían sido destruídas por lo que carecía de información sobre lo que ocurría en las afueras de la mansión. Sólo tenía claro que quien quiera que fuesen los que les atacaban, eran hábiles.
Tocó el interruptor de su comunicador con el dedo índice derecho y habló a todos los hombres que quedaban vigilando la mansión-fortaleza.
—Se ha dado la alarma a todos los efectivos. Yosehara-san ha sido emboscado en la bóveda, el jounin de Amegakure está allí. Tamaro nos ha traicionado —trataba de ser conciso y concreto—. Todos alerta, quiero que los destacamentos se desplacen a todas las entradas exteriores y a las entradas de la mansión, si ven algo mínimamente sospechoso comuníquenmelo.
»Nuestra prioridad es conservar la integridad de los sellos y proteger a Nishijima-dono.
Una vez alertado a todos los soldados del recinto, era hora de recopilar algo más de información. Sin salir todavía de su escondite —Oojima, pese a su maestría con las técnicas de espionaje y sigilo, no era el mejor combatiente del mundo—, envió a su clon a donde se encontraba el shinobi de nombre Yarou. Dado que estaba conectado sensorialmente con él en todo momento, podría usarlo como conducto para entablar conversación con el ninja.
El clon se aproximó a Yarou a paso ligero.
—Yarou-san, debemos interrogar a este sujeto. Algo, o alguien, se acerca a toda velocidad hacia el perímetro de la mansión. Los centinelas exteriores han caído todos.
Dado que el Sumibunshin no podría hacerlo —sus armas eran de tinta y no hacían daño alguno—, esperó a que el jounin de la Lluvia diera el primer paso.
Tocó el interruptor de su comunicador con el dedo índice derecho y habló a todos los hombres que quedaban vigilando la mansión-fortaleza.
—Se ha dado la alarma a todos los efectivos. Yosehara-san ha sido emboscado en la bóveda, el jounin de Amegakure está allí. Tamaro nos ha traicionado —trataba de ser conciso y concreto—. Todos alerta, quiero que los destacamentos se desplacen a todas las entradas exteriores y a las entradas de la mansión, si ven algo mínimamente sospechoso comuníquenmelo.
»Nuestra prioridad es conservar la integridad de los sellos y proteger a Nishijima-dono.
Una vez alertado a todos los soldados del recinto, era hora de recopilar algo más de información. Sin salir todavía de su escondite —Oojima, pese a su maestría con las técnicas de espionaje y sigilo, no era el mejor combatiente del mundo—, envió a su clon a donde se encontraba el shinobi de nombre Yarou. Dado que estaba conectado sensorialmente con él en todo momento, podría usarlo como conducto para entablar conversación con el ninja.
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El clon se aproximó a Yarou a paso ligero.
—Yarou-san, debemos interrogar a este sujeto. Algo, o alguien, se acerca a toda velocidad hacia el perímetro de la mansión. Los centinelas exteriores han caído todos.
Dado que el Sumibunshin no podría hacerlo —sus armas eran de tinta y no hacían daño alguno—, esperó a que el jounin de la Lluvia diera el primer paso.