13/09/2017, 22:38
No tenía sentido esperar eternamente a que el Hozuki despertase, por el contrario, le forzaría a hacerlo metiéndole la cara dentro de una tina llena de agua caliente. Justo después de ello, la chica procedió a aplicarle un castigo que le pareció adecuado para el acoso de parte de aquel chico. No solo por la foto que le había sacado a ella junto con Akame, sino también las fotos a todas las demás mujeres, era algo sumamente serio pero que de alguna manera a nadie parecía importarle… Hasta ahora.
Unos momentos más tardes, la chica se mostraba aun alegre, con una sonrisa de oreja a oreja y ahora hasta se daba el lujo de tararear mientras cargaba sobre su hombro a un irreconocible Hozuki Chokichi, quien daba señales de vida en base a vagos gemidos.
Tenía todo el rostro golpeado, varios moratones y las mejillas hinchadas en exceso, incluso le faltaban algunos dientes. Koko se había planteado el hacerle algo más, romperle los dedos, meterle la cámara a fuerza por el culo, amputarle algún miembro, incluso escribirle con un cuchillo algo como ”No debo espiar a los compañeros de villa”, pero al final optó por darle una paliza de lo más normal.
Con todo hecho, la joven pecosa se dirigió a la puerta de la cual había sacado al joven inconsciente, no sin antes cruzarse tanto a Akame y a Riko, parecía ser que la fiesta había terminado bastante rápido y ella al distraerse no había podido unirse. «Lástima »pensó sin dejar de tararear alegremente.
Al llegar a la puerta, simplemente la abrió —aunque bruscamente—, ingresó sin pedir autorización de nadie y dejó caer al Hozuki al suelo, sin ningún tipo de delicadeza y tras ello decidió buscar con la mirada al dueño del departamento que… Estaba sentado en su cama.
—Oh… —Soltó vagamente.
Se acercó al joven, se inclinó justo delante suyo y aun sonriente le dedicó una delicada caricia en la mejilla sana. Pero no dijo nada, solo ladeó la cabeza y acentuó un poco más la sonrisa.
Tras aquel gesto, la Kageyama se enderezó y una vez más salió de la habitación, cerrando la puerta como una persona civilizada.
Unos momentos más tardes, la chica se mostraba aun alegre, con una sonrisa de oreja a oreja y ahora hasta se daba el lujo de tararear mientras cargaba sobre su hombro a un irreconocible Hozuki Chokichi, quien daba señales de vida en base a vagos gemidos.
Tenía todo el rostro golpeado, varios moratones y las mejillas hinchadas en exceso, incluso le faltaban algunos dientes. Koko se había planteado el hacerle algo más, romperle los dedos, meterle la cámara a fuerza por el culo, amputarle algún miembro, incluso escribirle con un cuchillo algo como ”No debo espiar a los compañeros de villa”, pero al final optó por darle una paliza de lo más normal.
Con todo hecho, la joven pecosa se dirigió a la puerta de la cual había sacado al joven inconsciente, no sin antes cruzarse tanto a Akame y a Riko, parecía ser que la fiesta había terminado bastante rápido y ella al distraerse no había podido unirse. «Lástima »pensó sin dejar de tararear alegremente.
Al llegar a la puerta, simplemente la abrió —aunque bruscamente—, ingresó sin pedir autorización de nadie y dejó caer al Hozuki al suelo, sin ningún tipo de delicadeza y tras ello decidió buscar con la mirada al dueño del departamento que… Estaba sentado en su cama.
—Oh… —Soltó vagamente.
Se acercó al joven, se inclinó justo delante suyo y aun sonriente le dedicó una delicada caricia en la mejilla sana. Pero no dijo nada, solo ladeó la cabeza y acentuó un poco más la sonrisa.
Tras aquel gesto, la Kageyama se enderezó y una vez más salió de la habitación, cerrando la puerta como una persona civilizada.