17/09/2017, 19:01
El muchacho azulado no quería creerlo, dejó escapar una risotada y luego dijo:
—Pues te hará falta sacarla de la tumba en la que se encuentre ya enterrada y convencerme de que su puto corazón aún sigue latiendo, y que sus pulmones aún le permiten respirar.
Mogura no pudo evitar entrecerrar sus ojos y cubrirse ligeramente el rostro con el abanico que no paraba de moverse. La actitud tan intensa de Kaido sin duda alguna carecía de modales.
«No hay necesidad de ser tan emocional, Umikiba-san...»
No podía evitar pensar el joven médico.
«¿Dónde deberíamos empezar a buscar...?»
Meditó un par de segundos, pero finalmente la respuesta terminó llegando a él. Ahorrándole todo el trabajo.
—Perdonad
Llamó una voz, voz que pertenecía a la kunoichi inmortal de Amegakure. El médico se giraría en su dirección, su mirada estaba lejos de demostrar sorpresa, incluso se podría llegar a notar algo remotamente parecido a una sonrisa dibujada disimuladamente en su rostro.
Pero... ¿el edificio de los alojamientos femeninos es éste?
Consultaría entonces al par de genin.
Llevo un mareo de aúpa... este sol me va a matar...
«Veo que ha olvidado mi nombre nuevamente, Watasashi-san.»
Pensó para su interior desviando su mirada al alojamiento masculino. Una pequeña parte dentro suyo no podía evitar sentir un poco mal por ese hecho.
Este es el alojamiento masculino, Watasashi-san.
Marcaría con su abanico. Entonces se giraría en dirección al alojamiento femenino y lo señalaría cerrando el abanico como si fuese alguna clase de noble.
El alojamiento femenino se encuentra por ese lado.
Tenga cuidado con el clima del Valle de los Dojos, por favor. Hay una diferencia de temperatura muy marcada si la comparamos con Amegakure.
Comentaría para luego comenzar a abanicarse nuevamente y entonces se volvería hacía Umikiba Kaido.
¿No le parece, Umikiba-san?
—Pues te hará falta sacarla de la tumba en la que se encuentre ya enterrada y convencerme de que su puto corazón aún sigue latiendo, y que sus pulmones aún le permiten respirar.
Mogura no pudo evitar entrecerrar sus ojos y cubrirse ligeramente el rostro con el abanico que no paraba de moverse. La actitud tan intensa de Kaido sin duda alguna carecía de modales.
«No hay necesidad de ser tan emocional, Umikiba-san...»
No podía evitar pensar el joven médico.
«¿Dónde deberíamos empezar a buscar...?»
Meditó un par de segundos, pero finalmente la respuesta terminó llegando a él. Ahorrándole todo el trabajo.
—Perdonad
Llamó una voz, voz que pertenecía a la kunoichi inmortal de Amegakure. El médico se giraría en su dirección, su mirada estaba lejos de demostrar sorpresa, incluso se podría llegar a notar algo remotamente parecido a una sonrisa dibujada disimuladamente en su rostro.
Pero... ¿el edificio de los alojamientos femeninos es éste?
Consultaría entonces al par de genin.
Llevo un mareo de aúpa... este sol me va a matar...
«Veo que ha olvidado mi nombre nuevamente, Watasashi-san.»
Pensó para su interior desviando su mirada al alojamiento masculino. Una pequeña parte dentro suyo no podía evitar sentir un poco mal por ese hecho.
Este es el alojamiento masculino, Watasashi-san.
Marcaría con su abanico. Entonces se giraría en dirección al alojamiento femenino y lo señalaría cerrando el abanico como si fuese alguna clase de noble.
El alojamiento femenino se encuentra por ese lado.
Tenga cuidado con el clima del Valle de los Dojos, por favor. Hay una diferencia de temperatura muy marcada si la comparamos con Amegakure.
Comentaría para luego comenzar a abanicarse nuevamente y entonces se volvería hacía Umikiba Kaido.
¿No le parece, Umikiba-san?
Hablo - Pienso