20/09/2017, 01:20
—Oh, muchas gracias.
Contestaría entonces la fémina, mostrando una mueca que se notaría que no era algo natural. Aiko obviamente no recordaría a Mogura pero él si le recordaría. Para bien, y para mal.
—Sí, claro. La temperatura. El calor es un asesino silencioso, puede llegar a matarte. ¿Tienes sed? ¿no quieres un poco de agua?
Umikiba Kaido tomaría la palabra para lanzar un comentario... un comentario digno de Umikiba Kaido. Terminaría ofreciéndole a la muchacha su termo con agua, termo que parecía cargar siempre consigo.
¿cómo coño es que estás viva?
Umikiba Kaido siendo Umikiba Kaido. Ni más, ni menos. Los ojos de Mogura se abrieron un poco al escuchar el tono de sus palabras y casi al instante sus ojos pasaron del azulado a la pelirroja.
—Es lo normal cuando te late el corazón y tal, ya sabes...
Contestaría después de tomar el termo. No parecía realmente ofendida por el tono del shinobi. Quizás era el joven médico quien se sentía alarmado por el detalle de que el vocabulario de Kaido no era el más adecuado de todos.
Habiendo tomado un sorbo de agua, la mujer devolvería el termo acompañando el gesto con un agradecimiento.
«¿Esto confirmaría sus dudas, Umikiba-san?»
Pensaba el muchacho mirando al chico azul con una expresión bastante tranquila.
Contestaría entonces la fémina, mostrando una mueca que se notaría que no era algo natural. Aiko obviamente no recordaría a Mogura pero él si le recordaría. Para bien, y para mal.
—Sí, claro. La temperatura. El calor es un asesino silencioso, puede llegar a matarte. ¿Tienes sed? ¿no quieres un poco de agua?
Umikiba Kaido tomaría la palabra para lanzar un comentario... un comentario digno de Umikiba Kaido. Terminaría ofreciéndole a la muchacha su termo con agua, termo que parecía cargar siempre consigo.
¿cómo coño es que estás viva?
Umikiba Kaido siendo Umikiba Kaido. Ni más, ni menos. Los ojos de Mogura se abrieron un poco al escuchar el tono de sus palabras y casi al instante sus ojos pasaron del azulado a la pelirroja.
—Es lo normal cuando te late el corazón y tal, ya sabes...
Contestaría después de tomar el termo. No parecía realmente ofendida por el tono del shinobi. Quizás era el joven médico quien se sentía alarmado por el detalle de que el vocabulario de Kaido no era el más adecuado de todos.
Habiendo tomado un sorbo de agua, la mujer devolvería el termo acompañando el gesto con un agradecimiento.
«¿Esto confirmaría sus dudas, Umikiba-san?»
Pensaba el muchacho mirando al chico azul con una expresión bastante tranquila.
Hablo - Pienso