1/10/2017, 16:00
. . . casi tanto como decir que Watasashi-san iba a perder estrepitosamente...
Kaido no pudo hacer más que quedarse con el rostro muy pasmado, envestido por la seriedad de un jugador de shōgi profesional. Uno de sus puños se cerró, aunque el resto de su brazo pareció contenerse por sí sólo.
—Mogura, ten mucho cuidado. Hay una delgada línea entre que me caigas bien, y que decida partirte la cara a trompazos por, ya sabes, poner en duda mis habilidades —dijo, fijando sus ojos aguamarina en los orbes de obsidiana del médico, perpetuando su mirada por un par de segundos—. pero vale, puede que no fuera a ser tan estrepitosa como bien hubiese querido. Teniendo en cuenta que a pesar de haberle hecho daño, su cuerpo parecía no exteriorizarlo. Es una habilidad bastante molesta, al igual que la mía.
»Dime, Mogu-san: ¿qué conoces acerca de los Hōzuki?
Kaido no pudo hacer más que quedarse con el rostro muy pasmado, envestido por la seriedad de un jugador de shōgi profesional. Uno de sus puños se cerró, aunque el resto de su brazo pareció contenerse por sí sólo.
—Mogura, ten mucho cuidado. Hay una delgada línea entre que me caigas bien, y que decida partirte la cara a trompazos por, ya sabes, poner en duda mis habilidades —dijo, fijando sus ojos aguamarina en los orbes de obsidiana del médico, perpetuando su mirada por un par de segundos—. pero vale, puede que no fuera a ser tan estrepitosa como bien hubiese querido. Teniendo en cuenta que a pesar de haberle hecho daño, su cuerpo parecía no exteriorizarlo. Es una habilidad bastante molesta, al igual que la mía.
»Dime, Mogu-san: ¿qué conoces acerca de los Hōzuki?