1/10/2017, 22:54
Claro, y es que para Mogura habría sido muy bestia que la bestia de Amegakure se arrancase el vendaje de esa manera tan bruta, y más sin saber si la herida aún estaba plenamente abierta. Para la suerte de ambos, Mogura pudo actuar rápido —aquel chakra verdoso se acercó hasta los linderos del tajo, generando un leve cosquilleo en su piel— y perpetuó aquella técnica sin siquiera inmutarse un poco. Con la facilidad digna de un médico adiestrado, Mogura técnicamente obligó al cuerpo del escualo a acelerar su proceso de regeneración, haciendo que sus tejidos fueran recomponiéndose a medida de que el aura estuviese en contacto.
Kaido tuvo que abrir los ojos de par en par, aunque luego trató de disimularlo. Pero quién lo iba a negar sino él, porque realmente pensó que se trataba de una técnica bastante envidiable.
—Vaya, qué útil. Gracias, Mogura-san, la verdad es que no tenía ganas de quedarme con una cicatriz. Se supone que nosotros los Hozuki, bueno, no deberíamos tener marcas.
Kaido tuvo que abrir los ojos de par en par, aunque luego trató de disimularlo. Pero quién lo iba a negar sino él, porque realmente pensó que se trataba de una técnica bastante envidiable.
—Vaya, qué útil. Gracias, Mogura-san, la verdad es que no tenía ganas de quedarme con una cicatriz. Se supone que nosotros los Hozuki, bueno, no deberíamos tener marcas.