4/12/2017, 13:45
Pero Ayame no le devolvió la mirada. Había algo raro en esa mirada. En realidad era algo... familiar. ¿Pero dónde la había visto antes?
—Bueno, creo que deberíais ir para allá. Tenéis muchas cosas que preparar... Y deberíais hablar con los responsables del Patito Pluvial. La aldea se comprometió a ayudar en lo que hiciera falta. Tenéis que dejar muy buena imagen. —Las palabras de Kōri le devolvieron a la realidad. Daruu sacudió la cabeza y prestó atención a su maestro.
—Pero, ¿y qué pasa contigo, sensei? ¿Trabajarás con nosotros en esta misión?
—Estaré vigilándoos de entre el público —contestó Kōri, frente a la indignación de Daruu, quien no se podía creer que el Hielo fuese a dejarles de nuevo tirados, como en la misión del laberinto, o con la venta de bollos, en la que encima actuó de beneficiario—. Y... tomaré un papel improvisado hacia el final.
«¿Cómo...?»
Y con estas misteriosas palabras, Kōri se levantó de su silla, y desapareció tras formular un sencillo sello...
...junto a algo más.
—¡Eh, qué cabrón, se ha llevado los bollos! —exclamó Daruu.
—Bueno, creo que deberíais ir para allá. Tenéis muchas cosas que preparar... Y deberíais hablar con los responsables del Patito Pluvial. La aldea se comprometió a ayudar en lo que hiciera falta. Tenéis que dejar muy buena imagen. —Las palabras de Kōri le devolvieron a la realidad. Daruu sacudió la cabeza y prestó atención a su maestro.
—Pero, ¿y qué pasa contigo, sensei? ¿Trabajarás con nosotros en esta misión?
—Estaré vigilándoos de entre el público —contestó Kōri, frente a la indignación de Daruu, quien no se podía creer que el Hielo fuese a dejarles de nuevo tirados, como en la misión del laberinto, o con la venta de bollos, en la que encima actuó de beneficiario—. Y... tomaré un papel improvisado hacia el final.
«¿Cómo...?»
Y con estas misteriosas palabras, Kōri se levantó de su silla, y desapareció tras formular un sencillo sello...
...junto a algo más.
—¡Eh, qué cabrón, se ha llevado los bollos! —exclamó Daruu.