6/12/2017, 13:35
Datsue se presentó en el escenario y Eri supo que en breves lo haría suyo. Así era aquel Uchiha y por eso no se fiaba ni un pelo de él, aunque también es verdad que por esa razón misma ambos eran amigos. Pronto todo se quedó en un impaciente silencio y el chico comenzó a cantar, haciendo que la chica apretase los puños cuando escuchó los primeros versos.
Iba a cantar esa canción.
Era todo un éxito, ¡un hit de Uzushiogakure! Bueno, quizá no, pero lo cantaba endemoniadamente bien. Apretó los dientes y se dijo a sí misma que se relajase, aquello era una demostración y si el chico quedaba entre los mejores era normal, sí; porque tenía su talento, pero... ¡Podría haber ido a otro concurso, no en el que ella participaba!
La verdad es que ahora que lo escuchaba, aquello a Akame no le haría ninguna gracia...
...Sin embargo al final no pudo dejar de disfrutar la canción de Datsue.
Ayame anunció que les tocaba y ella asintió, preparándose para subir al escenario y colocarse en posición para dar lo mejor de sí mismas. A lo largo del camino, sin embargo, la kunoichi de la Lluvia le sorprendió cuando le dijo:
—Toca con total normalidad. Voy a improvisar algo, pero te seguiré sin problemas.
La joven miró a su compañera estupefacta unos instantes, pero pronto recobró la compostura y asintió, firme. Subieron al escenario y se colocaron en sus posiciones, dejando por un momento quiénes eran a un lado para demostrar que podían sacar de ellas mucho más que artes para el combate. La joven pelirroja miró a Ayame por última vez y se llevó la boquilla de la flauta a sus labios.
Y luego la melodía comenzó a sonar.
No pudo evitar sonreír ante el cambio que había hecho la de cabellos azabache en la canción, por eso alguna que otra nota sonó un poco más distorsionada de lo normal, pero no le importó; aquello, sin lugar a dudas, era algo que el público quizá no se hubiese esperado de dos chicas como ellas.
Y sobre todo, no se esperaban el espectáculo de agua que Ayame estaba dando al perfecto compás de la melodía, haciendo que la canción cobrase más sentido, y crease en el público total expectación. Algún silbido se escuchó a lo lejos, de asombro; otros tantos gritos que se escuchaban huecos gracias a la voz amplificada de Ayame. Eri se sentía extasiada ante aquello, y no dejó de tocar hasta que por fin las notas se vieron cayendo, y ambas abandonaron el escenario.
—¡Ayayayay, qué vergüenza...!
—¿Bromeas? —exclamó la pelirroja, mirándola fijamente —¡Eso ha sido alucinante! ¡Seguro que quedamos entre los mejores solo por lo que acabas de hacer! ¡Es genial! —exclamaba feliz mientras se perdía por detrás del escenario, bajando para volver a perderse entre la plaza —Por cierto, lo del agua, ¡Oh, por Shiona-sama! ¡Ha sido genial!
No dejaba de alabar lo que acababa de hacer aquella kunoichi.
Iba a cantar esa canción.
Era todo un éxito, ¡un hit de Uzushiogakure! Bueno, quizá no, pero lo cantaba endemoniadamente bien. Apretó los dientes y se dijo a sí misma que se relajase, aquello era una demostración y si el chico quedaba entre los mejores era normal, sí; porque tenía su talento, pero... ¡Podría haber ido a otro concurso, no en el que ella participaba!
No te preocupes, padre mío, Akame es profesional
Sus labios están sellados por los míos, no me sucederá ningún mal
Sus labios están sellados por los míos, no me sucederá ningún mal
La verdad es que ahora que lo escuchaba, aquello a Akame no le haría ninguna gracia...
...Sin embargo al final no pudo dejar de disfrutar la canción de Datsue.
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Ayame anunció que les tocaba y ella asintió, preparándose para subir al escenario y colocarse en posición para dar lo mejor de sí mismas. A lo largo del camino, sin embargo, la kunoichi de la Lluvia le sorprendió cuando le dijo:
—Toca con total normalidad. Voy a improvisar algo, pero te seguiré sin problemas.
La joven miró a su compañera estupefacta unos instantes, pero pronto recobró la compostura y asintió, firme. Subieron al escenario y se colocaron en sus posiciones, dejando por un momento quiénes eran a un lado para demostrar que podían sacar de ellas mucho más que artes para el combate. La joven pelirroja miró a Ayame por última vez y se llevó la boquilla de la flauta a sus labios.
Y luego la melodía comenzó a sonar.
No pudo evitar sonreír ante el cambio que había hecho la de cabellos azabache en la canción, por eso alguna que otra nota sonó un poco más distorsionada de lo normal, pero no le importó; aquello, sin lugar a dudas, era algo que el público quizá no se hubiese esperado de dos chicas como ellas.
Y sobre todo, no se esperaban el espectáculo de agua que Ayame estaba dando al perfecto compás de la melodía, haciendo que la canción cobrase más sentido, y crease en el público total expectación. Algún silbido se escuchó a lo lejos, de asombro; otros tantos gritos que se escuchaban huecos gracias a la voz amplificada de Ayame. Eri se sentía extasiada ante aquello, y no dejó de tocar hasta que por fin las notas se vieron cayendo, y ambas abandonaron el escenario.
—¡Ayayayay, qué vergüenza...!
—¿Bromeas? —exclamó la pelirroja, mirándola fijamente —¡Eso ha sido alucinante! ¡Seguro que quedamos entre los mejores solo por lo que acabas de hacer! ¡Es genial! —exclamaba feliz mientras se perdía por detrás del escenario, bajando para volver a perderse entre la plaza —Por cierto, lo del agua, ¡Oh, por Shiona-sama! ¡Ha sido genial!
No dejaba de alabar lo que acababa de hacer aquella kunoichi.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)