16/01/2018, 18:17
Los tres bajaron al sótano donde Akame, aún malherido, era el que se había encargado de darles visión allí donde no había ni rastro de luz. Gracias a ello, Uchihas y Uzumaki se internaron en lo que era el sótano de la mansión: una amplia sala llena de muebles apilados como se podía, armarios y telas, libros y basura acumulada y olvidada en un rincón.
No era nada del otro mundo, un sótano abandonado cualquiera. Pero algo llamó la atención de cierta kunoichi que se había acercado lentamente a la pared de madera que desentonaba con las otras de piedra de la habitación. Miró hacia todos lados por si acaso veía algo extraño en la posición o alguna pista que les guiase a otra respuesta...
—Creo que algo se esconde tras esta pared, compañeros.
...pero la verdad es que estaba con Datsue.
—¿No habéis visto nada raro con vuestros ojos, chicos? —preguntó ella, acercándose a la pared —. Yo también me había fijado en la pared de madera, pero primero deberíamos cercionarnos de que no está maldita como el somier, y luego ver cómo nos deshacemos de esos tablones...
»A no ser... —miró a ambos, con el ceño fruncido —. Que queráis quemarla, ¿qué alternativas tenemos?
No era nada del otro mundo, un sótano abandonado cualquiera. Pero algo llamó la atención de cierta kunoichi que se había acercado lentamente a la pared de madera que desentonaba con las otras de piedra de la habitación. Miró hacia todos lados por si acaso veía algo extraño en la posición o alguna pista que les guiase a otra respuesta...
—Creo que algo se esconde tras esta pared, compañeros.
...pero la verdad es que estaba con Datsue.
—¿No habéis visto nada raro con vuestros ojos, chicos? —preguntó ella, acercándose a la pared —. Yo también me había fijado en la pared de madera, pero primero deberíamos cercionarnos de que no está maldita como el somier, y luego ver cómo nos deshacemos de esos tablones...
»A no ser... —miró a ambos, con el ceño fruncido —. Que queráis quemarla, ¿qué alternativas tenemos?