17/01/2018, 01:15
Gen asintió, con enérgicos y diminutos movimientos de cabeza, ante la pregunta de Juro. El chico lo observó, con una mezcla de fascinación y horror.
Realmente, ver a su marioneta moverse sola era bizarro.
Gen evitó ser cogido, de forma que se alejó de sus brazos, y lideró la marcha. Se acercó a la puerta... y esta, simplemente, se abrió sola, para dejarle seguir. Gen encabezaba la marcha. Se volvió, para ver si Juro le seguía.
— Bueno... vamos entonces, supongo — murmuró, mientras seguía a su marioneta. Era irónico. Se había pasado toda la vida cargando con ella, y ahora, Gen era el que cargaba, metafóricamente, con él. Que rápido crecen las marionetas, ¿verdad?
Cuando llegó, Gen le indicó como seguir. Levantó una de sus pequeñas manos flotantes, y le señaló una puerta, a la derecha, en disposición recta.
« Bueno, más claro, imposible »
Miró a la marioneta. Esta le miraba, sin denotar nada.
— Quiere que entre ahí, ¿verdad? — preguntó, al aire —. Vale, hagamos un trato. Haré lo que me digas, pero luego, quiero que me ayudes. Tengo que encontrar a los demás y salir de este sitio. ¿Entendido?
Igualmente, Juro avanzaría hacia la puerta, esperando que a la marioneta aún le quedase un poco de todos esos recuerdos que habían vivido juntos...
...y que no le guardase rencor por todas las veces que había sido destruida en sus combates, claro.
Juro se dirigió a la puerta, y con paso firme, la abrió, si es que esta no se abría antes.
Realmente, ver a su marioneta moverse sola era bizarro.
Gen evitó ser cogido, de forma que se alejó de sus brazos, y lideró la marcha. Se acercó a la puerta... y esta, simplemente, se abrió sola, para dejarle seguir. Gen encabezaba la marcha. Se volvió, para ver si Juro le seguía.
— Bueno... vamos entonces, supongo — murmuró, mientras seguía a su marioneta. Era irónico. Se había pasado toda la vida cargando con ella, y ahora, Gen era el que cargaba, metafóricamente, con él. Que rápido crecen las marionetas, ¿verdad?
Cuando llegó, Gen le indicó como seguir. Levantó una de sus pequeñas manos flotantes, y le señaló una puerta, a la derecha, en disposición recta.
« Bueno, más claro, imposible »
Miró a la marioneta. Esta le miraba, sin denotar nada.
— Quiere que entre ahí, ¿verdad? — preguntó, al aire —. Vale, hagamos un trato. Haré lo que me digas, pero luego, quiero que me ayudes. Tengo que encontrar a los demás y salir de este sitio. ¿Entendido?
Igualmente, Juro avanzaría hacia la puerta, esperando que a la marioneta aún le quedase un poco de todos esos recuerdos que habían vivido juntos...
...y que no le guardase rencor por todas las veces que había sido destruida en sus combates, claro.
Juro se dirigió a la puerta, y con paso firme, la abrió, si es que esta no se abría antes.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60