22/01/2018, 18:25
Reiji, bajo el nombre de Jin, pareció alegrarse al encontrar a Juro de nuevo, sin embargo no pareció fiarse del todo del marionetista que hablaba con su propia marioneta, por eso corrió a contarle todo, bajo algunas mentiras que quiso maquillar y terminando su discurso tendiéndole el mapa que había encontrado en el pequeño cuarto desde donde había salido.
Gen se había mantenido detrás de Juro, sin embargo, cada vez que Reiji hablaba, la marioneta parecía acercarse más y más al de Amegakure, hasta que se halló entre éste y su dueño. Juro, un muchacho alegre, amigable e incapaz de caer mal a nadie, contra alguien que había estado mintiéndole desde el principio...
...Y eso a Genki no le hizo nada de gracia.
Juro lo podría suponer, pues su marioneta, aunque alegre como él, tenía su parte rencorosa, pero no sabría decir el por qué atacó a Reiji sin previo aviso con una de sus cuchillas ocultas que guardaba dentro de él. Su pétrea cara no dejaba ver ningún sentimiento, pues era una marioneta al fin y al cabo, pero parecía como si sus ataques estuviesen llenos de vida, llenas de un sentimiento de odio que tenía en contra de aquel chico, el cual quería ver muerto.
Por haber hecho daño a su dueño.
Jin escuchó atentamente a sus compañeros y asintió, aún con los brazos cruzados, cuando Ayame alegó que tenían que seguir buscando las piezas y que empezarían por el la última del ala este, luego le hizo una pregunta, a lo que él le contestó con un arqueamiento de su ceja izquierda.
—Sí, claro, está aquí —Jin tomó la pieza de su bolsillo y se la enseñó a Ayame y a Riko, luego la volvió a guardar —. Vamos a investigar.
Fue él quien lideró el paso, por lo cual entraron sin problema en la habitación indicada por la única fémina del pequeño grupo. En esta encontraron un pequeño salón con dos estanterías a los lados, una ventana cerrada a cal y canto en el otro lado de la pared, la opuesta a la entrada de la sala; dos sillones de madera acolchados con terciopelo y una pequeña mesita de madera en el centro con dos cajones cerrados, uno de ellos con llave; sobre una gran alfombra de color oscura. Las paredes estaban amarillentas y los muebles parecían haberse deteriorado con el paso del tiempo y su poco uso, pero aún así se podía percibir que aquel salón había sido uno de los más cuidados de la casa.
Gen se había mantenido detrás de Juro, sin embargo, cada vez que Reiji hablaba, la marioneta parecía acercarse más y más al de Amegakure, hasta que se halló entre éste y su dueño. Juro, un muchacho alegre, amigable e incapaz de caer mal a nadie, contra alguien que había estado mintiéndole desde el principio...
...Y eso a Genki no le hizo nada de gracia.
Juro lo podría suponer, pues su marioneta, aunque alegre como él, tenía su parte rencorosa, pero no sabría decir el por qué atacó a Reiji sin previo aviso con una de sus cuchillas ocultas que guardaba dentro de él. Su pétrea cara no dejaba ver ningún sentimiento, pues era una marioneta al fin y al cabo, pero parecía como si sus ataques estuviesen llenos de vida, llenas de un sentimiento de odio que tenía en contra de aquel chico, el cual quería ver muerto.
Por haber hecho daño a su dueño.
• • •
Jin escuchó atentamente a sus compañeros y asintió, aún con los brazos cruzados, cuando Ayame alegó que tenían que seguir buscando las piezas y que empezarían por el la última del ala este, luego le hizo una pregunta, a lo que él le contestó con un arqueamiento de su ceja izquierda.
—Sí, claro, está aquí —Jin tomó la pieza de su bolsillo y se la enseñó a Ayame y a Riko, luego la volvió a guardar —. Vamos a investigar.
Fue él quien lideró el paso, por lo cual entraron sin problema en la habitación indicada por la única fémina del pequeño grupo. En esta encontraron un pequeño salón con dos estanterías a los lados, una ventana cerrada a cal y canto en el otro lado de la pared, la opuesta a la entrada de la sala; dos sillones de madera acolchados con terciopelo y una pequeña mesita de madera en el centro con dos cajones cerrados, uno de ellos con llave; sobre una gran alfombra de color oscura. Las paredes estaban amarillentas y los muebles parecían haberse deteriorado con el paso del tiempo y su poco uso, pero aún así se podía percibir que aquel salón había sido uno de los más cuidados de la casa.
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
Esta cuenta representa a la totalidad de los administradores de NinjaWorld.es