14/02/2018, 14:02
(Última modificación: 14/02/2018, 14:03 por Aotsuki Ayame.)
Mogura la contempló con su habitual gesto de seriedad durante varios segundos, antes de desviar la mirada hacia el edificio que se alzaba tras su espalda. La enorme Torre de la Academia, recortada contra el cielo nocturno, aguantaba con estoicismo la torrencial lluvia que le caía encima.
—Me sorprende que después de ese grito aún pueda escuchar algo... —respondió al fin, y Ayame sonrió con cierto apuro—. Estaba... yendo a cenar.
«Parece que no sabe de lo que estoy hablando...» Meditó la kunoichi, torciendo ligeramente la cabeza.
—No creo que la Academia precise más guardias, por lo que asumo que no estas custodiando la entrada del edificio como parte de una misión. ¿Verdad? —añadió, y Ayame negó con la cabeza de forma enérgica.
—¡No, qué va! En realidad no estoy custodiando nada, estaba... —miró a ambos lados, mordiéndose el labio inferior con cierto temor, y entonces se inclinó hacia él y bajó la voz—. ¿No has oído los rumores? Últimamente la gente no para de decir que por la noche aparecen fantasmas en la tercera planta. He venido aquí precisamente para ver si son verdad o no, pero desde aquí no he logrado ver nada...
—Me sorprende que después de ese grito aún pueda escuchar algo... —respondió al fin, y Ayame sonrió con cierto apuro—. Estaba... yendo a cenar.
«Parece que no sabe de lo que estoy hablando...» Meditó la kunoichi, torciendo ligeramente la cabeza.
—No creo que la Academia precise más guardias, por lo que asumo que no estas custodiando la entrada del edificio como parte de una misión. ¿Verdad? —añadió, y Ayame negó con la cabeza de forma enérgica.
—¡No, qué va! En realidad no estoy custodiando nada, estaba... —miró a ambos lados, mordiéndose el labio inferior con cierto temor, y entonces se inclinó hacia él y bajó la voz—. ¿No has oído los rumores? Últimamente la gente no para de decir que por la noche aparecen fantasmas en la tercera planta. He venido aquí precisamente para ver si son verdad o no, pero desde aquí no he logrado ver nada...