16/02/2018, 02:43
Aotsuki Ayame negó con la cabeza enérgicamente como respuesta al comentario del médico.
—¡No, qué va! En realidad no estoy custodiando nada, estaba...
Llevó su mirada de un lado a otro mientras en su rostro se pintaba una expresión que denotaba un poco de incomodidad, miedo quizás. Se inclinó un poco y con un tono más bajo agregó:
—¿No has oído los rumores? Últimamente la gente no para de decir que por la noche aparecen fantasmas en la tercera planta. He venido aquí precisamente para ver si son verdad o no, pero desde aquí no he logrado ver nada...
Mogura escuchó con atención las palabras de la jinchuuriki, solo cuando terminó de escucharlas dedicó nuevamente una mirada al edificio que estaba cruzando la calle.
«¿Fantasmas?»
En su corta vida como shinobi había tenido oportunidad de ver varias cosas extrañas, pero la mayoría tenía una razón de ser y una explicación. Los fantasmas no estaban comprendidos dentro de ese grupo, y por tanto, no podía creer en ellos. Intentaría agudizar su visión para tratar de ver lo que fuese al otro lado de alguna de las ventanas en el piso señalado, pero realmente no esperaba encontrar ningún fantasma.
—Entiendo. Me temo que no he escuchado esos rumores...
Dijo para luego regresar su mirada a la kunoichi.
—¿Cuánto tiempo has invertido en esta actividad?
Consultaría entonces mientras llevaba una mano hasta su cabeza para arreglar su peinado.
—¡No, qué va! En realidad no estoy custodiando nada, estaba...
Llevó su mirada de un lado a otro mientras en su rostro se pintaba una expresión que denotaba un poco de incomodidad, miedo quizás. Se inclinó un poco y con un tono más bajo agregó:
—¿No has oído los rumores? Últimamente la gente no para de decir que por la noche aparecen fantasmas en la tercera planta. He venido aquí precisamente para ver si son verdad o no, pero desde aquí no he logrado ver nada...
Mogura escuchó con atención las palabras de la jinchuuriki, solo cuando terminó de escucharlas dedicó nuevamente una mirada al edificio que estaba cruzando la calle.
«¿Fantasmas?»
En su corta vida como shinobi había tenido oportunidad de ver varias cosas extrañas, pero la mayoría tenía una razón de ser y una explicación. Los fantasmas no estaban comprendidos dentro de ese grupo, y por tanto, no podía creer en ellos. Intentaría agudizar su visión para tratar de ver lo que fuese al otro lado de alguna de las ventanas en el piso señalado, pero realmente no esperaba encontrar ningún fantasma.
—Entiendo. Me temo que no he escuchado esos rumores...
Dijo para luego regresar su mirada a la kunoichi.
—¿Cuánto tiempo has invertido en esta actividad?
Consultaría entonces mientras llevaba una mano hasta su cabeza para arreglar su peinado.
Hablo - Pienso