22/03/2018, 00:20
—Si existe, no la he visto nunca —respondió Mogura, confirmando sus peores sospechas. Él se adelantó unos pocos pasos, y Ayame extendió el brazo para iluminarle el camino con la linterna—. Una triste melodía de piano.
Ella tragó saliva con esfuerzo.
—Y si... ¿Y si es un piano fantasma...? —susurró, con un hilo de voz, siguiendo sus pasos—. O... o quizás un fantasma tocando el piano... O un fantasma tocando un piano fantasma...
Ni siquiera tenía sentido lo que estaba diciendo, pero el terror le había nublado el raciocinio. Los dos ninjas continuaron caminando con pasos lentos, cautelosos, hacia una melodía que seguía reverberando por las paredes de los pasillos. El sonido les llevó hasta la tercera puerta que encontraron en el pasillo derecho. Y, tal y como habían previsto, parecía provenir de su interior. No había ningún rótulo que indicara que aquella era un aula de música ni similar, ni Ayame estaba completamente segura de que existiera algo así en una Academia Ninja.
—Q... ¿Qué hacemos...? —le preguntó a su compañero en voz baja.
Ella tragó saliva con esfuerzo.
—Y si... ¿Y si es un piano fantasma...? —susurró, con un hilo de voz, siguiendo sus pasos—. O... o quizás un fantasma tocando el piano... O un fantasma tocando un piano fantasma...
Ni siquiera tenía sentido lo que estaba diciendo, pero el terror le había nublado el raciocinio. Los dos ninjas continuaron caminando con pasos lentos, cautelosos, hacia una melodía que seguía reverberando por las paredes de los pasillos. El sonido les llevó hasta la tercera puerta que encontraron en el pasillo derecho. Y, tal y como habían previsto, parecía provenir de su interior. No había ningún rótulo que indicara que aquella era un aula de música ni similar, ni Ayame estaba completamente segura de que existiera algo así en una Academia Ninja.
—Q... ¿Qué hacemos...? —le preguntó a su compañero en voz baja.