8/04/2018, 19:19
Ayame estaba a punto de dejar escapar una respuesta de sus labios cuando, de repente y sin previo aviso, un nuevo sonido se hizo con la escena. Esta vez no se trataba de música de ninguna clase de instrumento, sino un sonido más humano, una niña lloriqueando.
Mogura esbozó una mueca de incomodidad en cuanto escuchó aquel sonido, no le daba buena espina escuchar esa clase de ruidos a esas horas y en esa clase de lugares. Pero sin duda alguna la reacción de Ayame empeoraba las cosas y de alguna manera potenciaba la sensación que aquella atmósfera generaba.
—M... M... Mo... Mogu... ra...
La chica se giró hacía donde estaban los baños, el médico afiló un poco su mirada y tragó saliva.
—Si. Lo escucho.
Dijo y comenzó a dar pasos en dirección hacía la puerta del baño.
—No perdamos tiempo, Ayame.
Probablemente la kunoichi estaría demasiado nerviosa como para darse cuenta de que el chuunin no había empleado un honorifico en esa ocasión.
Su cuerpo estaba tenso, mentiría si dijiese que no lo estaba. Pero aún así trataba de mantenerse tan centrado como fuese posible. Buscó pararse delante de la puerta y tocó un par de veces.
—¿Quién está ahí?
Preguntó con un tono más serio de lo usual. ¿Qué estaba sucediendo en el tercer piso?
Mogura esbozó una mueca de incomodidad en cuanto escuchó aquel sonido, no le daba buena espina escuchar esa clase de ruidos a esas horas y en esa clase de lugares. Pero sin duda alguna la reacción de Ayame empeoraba las cosas y de alguna manera potenciaba la sensación que aquella atmósfera generaba.
—M... M... Mo... Mogu... ra...
La chica se giró hacía donde estaban los baños, el médico afiló un poco su mirada y tragó saliva.
—Si. Lo escucho.
Dijo y comenzó a dar pasos en dirección hacía la puerta del baño.
—No perdamos tiempo, Ayame.
Probablemente la kunoichi estaría demasiado nerviosa como para darse cuenta de que el chuunin no había empleado un honorifico en esa ocasión.
Su cuerpo estaba tenso, mentiría si dijiese que no lo estaba. Pero aún así trataba de mantenerse tan centrado como fuese posible. Buscó pararse delante de la puerta y tocó un par de veces.
—¿Quién está ahí?
Preguntó con un tono más serio de lo usual. ¿Qué estaba sucediendo en el tercer piso?
Hablo - Pienso