12/04/2018, 14:34
Y al final, aunque como yo había predicho tropezamos entre nosotros, conseguimos nuestro propósito: Abrir la puerta. De todos modos, estaba seguro de que hubiera sido bastante mas sencillo, y desde luego menos doloroso para mi hombro, encontrar la llave que la abría. Por que al final, paria que yo era el mas flojo de todos, al menos físicamente.
—¡Ay, chicos! ¡Gracias! ¡Gracias!¿Estáis bien? ¿Os habéis hecho daño?
— Yo estoy bien. Espero que el golpe no haya empeorado la situación de Riko o de Jin.Pero hay que decir que fue una buena colaboración. ¡Buen trabajo chicos!
Pues yo sentía ser el que traía las malas noticias, pero todo ese tiempo, en esa poca fracción que nos había costado encontrar a Ayame, pese a que ella parecía estar bien, yo no lo estaba. Mi yo interior… estaba a punto de necesitar maíz. Y tenia pensado anunciarlo, pero claro, el jubilo de la situación se me adelanto.
—¡Mirad, mirad! Después de apuñalar a El Ahorcado aparecí aquí, con él. Dijo algo de "respuesta correcta" y me los dio, aunque no termino de comprender a qué se refería exactamente... ¡Pero ya sólo nos falta una pieza para salir de aquí!
— ¡Genial! Fuiste muy valiente, Ayame. Pero no te preocupes, no habrá más sacrificios. A partir de ahora no nos separaremos.
—¡No la toquéis, solo Ayame! Las piezas están predestinadas, si alguien que no es ella toca su pieza… entonces sucederá lo que a juro le sucedió en la cocina.
— Aunque antes de irnos, Jin tiene que solucionar un asuntillo con su pa...
—Si, pero…
—¿Ha-Habéis oído eso?
Dijo Riko, interrumpiendo cualquier explicación, pero nadie a parte de él parecía haber escuchado nada raro.
—Yo tampoco he oído eso, pero necesito que me escuchéis un segundo…
Dije eso mientras me apoyaba contra la pared del baño. No había podido contenerme con el maíz, por lo que otra vez, estaba sin maíz. Y no iba a poder controlarme si volvía a encontrármelo. Cuando la necesidad apremia… no hay control.
—Yo no estoy bien…desde que entre aquí, en esta casa, cada cierto tiempo, mi cuerpo necesita… Maíz. En ese estado, no puedo controlarme y si veo maíz me lo comeré todo, hasta el ultimo grano. También pierdo las fuerzas, y las ganas de vivir o de hacer nada… antes, incluso he tenido alucinaciones, los tres, vosotros, os veías como deliciosas mazorcas de maíz gigantes.
No necesitaba decir que también me pasaba en mi día a día. Además de que era mas sencillo atribuirle la culpa a aquella pesadilla interminable, lo que también me facilitaba todas las explicaciones, pese a que no se las debía a nadie. De cualquier modo, la gente que ahora trabaja conmigo, bien podía apuñalarme por la espalda mas tarde, era mejor que pensaran que la culpa era de la situación.
—No entiendo muy bien que me esta pasando, pero…— Si que lo entendía, lo entendía muy bien, y si lograba salir de aquel lugar con vida… le pondría remedio a aquella situación. —Necesito maíz otra vez, lo necesito ahora.
—¡Ay, chicos! ¡Gracias! ¡Gracias!¿Estáis bien? ¿Os habéis hecho daño?
— Yo estoy bien. Espero que el golpe no haya empeorado la situación de Riko o de Jin.Pero hay que decir que fue una buena colaboración. ¡Buen trabajo chicos!
Pues yo sentía ser el que traía las malas noticias, pero todo ese tiempo, en esa poca fracción que nos había costado encontrar a Ayame, pese a que ella parecía estar bien, yo no lo estaba. Mi yo interior… estaba a punto de necesitar maíz. Y tenia pensado anunciarlo, pero claro, el jubilo de la situación se me adelanto.
—¡Mirad, mirad! Después de apuñalar a El Ahorcado aparecí aquí, con él. Dijo algo de "respuesta correcta" y me los dio, aunque no termino de comprender a qué se refería exactamente... ¡Pero ya sólo nos falta una pieza para salir de aquí!
— ¡Genial! Fuiste muy valiente, Ayame. Pero no te preocupes, no habrá más sacrificios. A partir de ahora no nos separaremos.
—¡No la toquéis, solo Ayame! Las piezas están predestinadas, si alguien que no es ella toca su pieza… entonces sucederá lo que a juro le sucedió en la cocina.
— Aunque antes de irnos, Jin tiene que solucionar un asuntillo con su pa...
—Si, pero…
—¿Ha-Habéis oído eso?
Dijo Riko, interrumpiendo cualquier explicación, pero nadie a parte de él parecía haber escuchado nada raro.
—Yo tampoco he oído eso, pero necesito que me escuchéis un segundo…
Dije eso mientras me apoyaba contra la pared del baño. No había podido contenerme con el maíz, por lo que otra vez, estaba sin maíz. Y no iba a poder controlarme si volvía a encontrármelo. Cuando la necesidad apremia… no hay control.
—Yo no estoy bien…desde que entre aquí, en esta casa, cada cierto tiempo, mi cuerpo necesita… Maíz. En ese estado, no puedo controlarme y si veo maíz me lo comeré todo, hasta el ultimo grano. También pierdo las fuerzas, y las ganas de vivir o de hacer nada… antes, incluso he tenido alucinaciones, los tres, vosotros, os veías como deliciosas mazorcas de maíz gigantes.
No necesitaba decir que también me pasaba en mi día a día. Además de que era mas sencillo atribuirle la culpa a aquella pesadilla interminable, lo que también me facilitaba todas las explicaciones, pese a que no se las debía a nadie. De cualquier modo, la gente que ahora trabaja conmigo, bien podía apuñalarme por la espalda mas tarde, era mejor que pensaran que la culpa era de la situación.
—No entiendo muy bien que me esta pasando, pero…— Si que lo entendía, lo entendía muy bien, y si lograba salir de aquel lugar con vida… le pondría remedio a aquella situación. —Necesito maíz otra vez, lo necesito ahora.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)