13/04/2018, 19:30
—¡Noooooo...!
Exclamó Ayame con las manos en la cabeza. Antes de que el Chūnin pudiese volver a tocar la puerta, la fémina se lanzó sobre él y tomó su brazo para detenerlo.
Y antes de que tuviese oportunidad de responder la pregunta que había hecho, alguien más tomó la palabra. Una niña con una voz delicada y con un tono bastante triste.
—Sí... Estoy aquí...
La mirada de Mogura se posicionó sobre la puerta. De ahí había venido la voz. Y antes de que pudiese darse cuenta, la presión que ejercía la jinchuuriki sobre su brazo había desaparecido, y Ayame se escuchaba dejar la escena tan rápido como solo ella podía ir.
«Supongo que Ayame tuvo suficiente...»
Pensó después de dedicar un segundo a escuchar la escalera.
¿Por qué estas llorando, Hanako-san?
Consultó parado frente a la puerta, en un pasillo alumbrado solo por la escasa luz del exterior.
Exclamó Ayame con las manos en la cabeza. Antes de que el Chūnin pudiese volver a tocar la puerta, la fémina se lanzó sobre él y tomó su brazo para detenerlo.
Y antes de que tuviese oportunidad de responder la pregunta que había hecho, alguien más tomó la palabra. Una niña con una voz delicada y con un tono bastante triste.
—Sí... Estoy aquí...
La mirada de Mogura se posicionó sobre la puerta. De ahí había venido la voz. Y antes de que pudiese darse cuenta, la presión que ejercía la jinchuuriki sobre su brazo había desaparecido, y Ayame se escuchaba dejar la escena tan rápido como solo ella podía ir.
«Supongo que Ayame tuvo suficiente...»
Pensó después de dedicar un segundo a escuchar la escalera.
¿Por qué estas llorando, Hanako-san?
Consultó parado frente a la puerta, en un pasillo alumbrado solo por la escasa luz del exterior.
Hablo - Pienso